El afectado por los ruidos de la iglesia de San Félix de Candás está ultimando los detalles para denunciar al Consistorio con un contencioso-administrativo teniendo en cuenta que los ruidos que provoca la melodía del Cristo siguen sin dejarle descansar por las noches. La denuncia incluirá el informe municipal en el que se superaba en un 40 por ciento el índice de decibelios -ese estudio se hizo en plena calle dado que el afectado se negó a las mediciones en su vivienda-.

"También realizaré mediciones en mi casa y en otros pisos para demostrar que el volumen de la melodía me impide descansar", destacó el denunciante, que ha decidido tomar esa decisión "porque el Ayuntamiento no atiende a razones de ningún tipo".

El denunciante sostiene que hay diferentes varas de medir a la hora de analizar los ruidos procedentes de la iglesia. "Si fuera un bar el que emite esos sonidos a un volumen tan alto, ya estaría cerrado", señaló el afectado, que en su momento se ofreció a pagar la actuación que fuera necesaria para impedir que la melodía del Cristo deje de sonar durante las noches.

En su contra, cientos de vecinos de la capital del concejo desean mantener la melodía del Cristo basándose en varias cuestiones, quizá la más importante es la tradición ya que las notas de la popular canción llevan más de medio siglo marcando las horas del reloj de la iglesia.