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Grado busca su rollo de la justicia

El concejo estudiará si una piedra hallada en El Charcón es la columna donde se ejecutó a delincuentes desde el Medievo al siglo XIX

Arriba, el edil de Cultura, Plácido Rodríguez, y Gustavo Adolfo Fernández señalan el lugar donde se encontró el presunto rollo de la justicia, sobre estas líneas. S. ARIAS / ÁLVARO FERNÁNDEZ DE MIRANDA

Grado busca el rollo de la justicia. Desde mediados del siglo XIX no se sabe a dónde a ido a parar la piedra central de la plaza Mayor, actual General Ponte, donde desde la Edad Media se ajustició a delincuentes y malhechores. Los más mayores del concejo aún recuerdan historias que han pasado de generación en generación y, algunos de ellos le han trasladado al cronista oficial del concejo, Gustavo Adolfo Fernández, la sospecha de que el rollo está cerca. En concreto, entre basura y ramas, en una de las rampas del Charcón. "Es muy apresurado decir que es el rollo, pero los operarios de Obras lo van a sacar para que se pueda estudiar", señala.

La piedra sobresale del terreno y por sus características hace pensar a Fernández que pueda tratarse del temido rollo. Información tienen. Álvaro Fernández de Miranda lo describió a principios del siglo XX en su libro "Grado y su concejo": "De parda cantería, con un león toscamente labrado sobre una columna levantada en cinco gradas, medía unos cinco metros de altura solamente, y en sus últimos tiempos cambiaron el león por un imperfecto cono, que afeó más el pequeño monumento".

Y todo parece indicar que, efectivamente, Grado tenía un rollo de la justicia. "Son muy habituales en la Edad Media e, incluso, en épocas posteriores. Tenía funciones jurídicas y administrativas, era el símbolo del concejo, suele ser una columna de piedra y rematada por bola o cruz y, en algunos sitios, funcionaba como la picota, donde ajusticiaban a los delincuentes", explica Alicia García, arqueóloga afincada en Grado.

Unos usos que también describe Fernández de Miranda en su libro, donde detalla que "era el rollo señal de exención jurisdiccional de Grado, y no por cierto ignominiosa picota, para azotar a ciertos delincuentes como en otros rollos de los pueblos de Asturias".

Unos castigos que, según la arqueóloga, podrían ir desde los latigazos al garrote vil, en función de la época. García, sorprendida por el presunto hallazgo, indica que a mediados del siglo XIX se retiraron los rollos de los pueblos, aunque algunos quedaron como símbolo o recuerdo del pasado. Y es, precisamente, a mediados del XIX cuando desaparece el rollo moscón. En concreto, Fernández de Miranda indica que fue en 1842: "Según los maliciosos, destruyose para utilizar algunos ediles los materiales del monumento y de ahí cantar, 'la piedra que tuvo el rollo cinco mil reales costó/ pero en unas cuantas horas el degorrío lo llevó'".

Nada se ha sabido del rollo de la justicia desde hace más de cien años, pero los moscones de más edad no le quitaron ojo a la extraña piedra que sobresale en una zona deteriorada por la dejadez vecinal, donde se acumula basura. El rollo será retirado en los próximos días y custodiado en la Casa de Cultura hasta que la concejalía de Cultura encuentre la mejor opción para su estudio. De hecho, la arqueóloga anima al Ayuntamiento a iniciar la investigación porque si se contrasta y realmente es el rollo, "es un emblema de la villa y si tiene interés habría que ubicarlo en algún sitio como el Museo Etnográfico", opina la experta.

Durante siglos, el rollo dominó la plaza moscona al igual que ahora lo hace "La Muyerina", aunque no sea en el centro como la piedra de la justicia, que como explica Fernández Miranda "el famoso rollo que tantas generaciones contemplaron nada tenía de estético, aunque de ello presumiera: estaba en la plaza Mayor".

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