Alfredo Álvarez Álvarez, más conocido en Villaviciosa por todos como "Alfredín el de Lombarda", estaba, ayer, feliz con el cariñoso tributo que le rindió su pueblo. Le agasajó con un regalo muy especial: un libro que repasa su trayectoria sobre la bicicleta, obra del maliayés Ramón González Zapico. Se titula "Alfredín, un ciclista sin fronteras (Un auténtico "randonneur")".

"Estoy muy contento", reconoció el homenajeado, que se sintió un poco abrumado por la gran asistencia de público a la Casa de los Hevia, donde tuvo lugar la presentación del libro. "No contaba con tanta gente", destacó. Pero estuvo arropado en todo momento por sus familiares, especialmente por su hija Beatriz Álvarez y su nieta Kiara Aquino. Los tres permanecieron entrañablemente cogidos de la mano.

Alfredo Álvarez dedicó cuarenta años a la bicicleta y dio lecciones de que "siempre, siempre se puede conseguir el objetivo", destacó González Zapico, también compañero de pedaladas. "Es un proyecto colectivo hecho por ciclistas para un ciclista, para una persona que ha sido el mayor impulsor del cicloturismo en Villaviciosa", resumió el autor de la obra, que agradeció el apoyo de las colaboraciones que ha tenido en este proyecto, como el club ciclista local o el Ayuntamiento. Insistió en que "Alfredín el de Lombarda" fue un "revulsivo en la forma de entender el cicloturismo" y que llevó los colores de Asturias por medio mundo.

"Sólo encontró un muro, el del Telón de Acero", en Berlín, porque le había caducado el visado, comentó como anécdota González Zapico. Revisar su trayectoria da vértigo y también sorprendió al presidente de la Federación Asturiana de Ciclismo, José Antonio Díaz Soto, como él mismo reconoció, cuando buceó en internet en busca del pasado del ciclista: "Me quedé impresionado". Le llamó la atención que diera la vuelta a Europa recorriendo 6.600 kilómetros en 30 días, o sus giras desde Oviedo a Madrid y de Gijón a Sevilla, sin dormir. También viajó en bicicleta a varias ciudades europeas.

Etelvino González puso su granito de arena en este libro homenaje a "Alfredín el de Lombarda", que nació el 1 de enero de 1941. Destacó de él que fue un "ciclista de larga distancia, autónomo y no competitivo", a quien nunca se le puso nada por delante. Las fotos recopiladas por el club ciclista maliayés son "un regalo para la memoria y el recuerdo", apuntó. Monchu García ilustró la portada y el alcalde, Alejandro Vega, también le dedicó cariñosas palabras a Alfredín.