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La posguerra se rueda en Grado

Leonor Suárez presenta "Tiempo de venganza", un documental sobre el moscón Jesús Vázquez, que huyó de un pelotón de fusilamiento en la Guerra Civil

Leonor Suárez graba a dos miembros de "Frente del Nalón" caracterizados como falangistas en el pelotón de fusilamiento. MÓNICA O.M.

Fue todo el camino aflojando la cuerda que le mantenía atado a un padre y un hijo mientras una camioneta los llevaba desde El Capitolio de Grado hasta El Molín del Xilu (Las Regueras). Era un día de noviembre de 1937, nada más acabar la Guerra Civil en Asturias, cuando el moscón Jesús Vázquez huyó de un pelotón de fusilamiento acusado en falso de haber robado ganado en Tolinas para los rojos. Logró esconderse durante un tiempo, pero fue traicionado por un amigo de la infancia, un falangista, y acabó en un campo de trabajos forzados. Su historia ha sido rodada por Leonor Suárez en "Tiempo de vengaza", un documental que ha contado con la colaboración del grupo de recreación histórica "Frente del Nalón" y del Museo Etnográfico de Grado, y que se presenta el viernes en la Casa de Cultura. La proyección será a las 19.30 horas e irá seguida de coloquio.

"Es la historia insólita de un hombre que consiguió huir, pues no hay tantos que hayan escapado de un pelotón de fusilamiento", explica la directora, quien ha grabado y editado el documental con teléfono y tableta, siendo uno de los primeros documentales de su género. Además, Suárez considera que una de las claves de la filmación ha sido contar con los recreadores de "Frente del Nalón", que "aportaron una imagen más visual y atractiva".

Jesús Vázquez murió en 2009 a los 97 años, después de haber sobrevivido a todos los avatares que la vida le puso delante, pese a que era un joven de 24 años, sin ideología política, al estallar la contienda. "No estaba posicionado, le tocó estar en el bando republicano como a su hermano le tocó en el nacional", explica Suárez. Vázquez luchó en el monte de Los Pinos y, al terminar la guerra, regresó a casa en La Llinar. Pronto fue detenido por un falangista que le acusó de haber robado ganado y lo mandaron al Capitolio, cuartel general de los nacionales en Grado. Tras huir del pelotón de fusilamiento, se fugó al monte y, tiempo después, regresó a casa. Allí pasó tres años escondido en un zulo en la cuadra.

Cuando su padre solicitó ayuda para regularizar su situación, fue traicionado por un viejo amigo de la infancia y condenado a trabajos forzados.

Vázquez sobrevivió y lo hizo en silencio durante la mayor parte de su vida. No fue hasta el final de sus días cuando se decidió a contar lo que le había pasado y a buscar a los descendientes de los veinte hombres que perecieron en la fosa común de El Molín de Xilu, donde él casi halla la muerte. "Al final se atrevió a hablar y buscó a los familiares de los enterrados porque él era partidario de abrir las fosas. Además, dio mucha información para saber dónde estaba la fosa y qué fue lo que pasó allí", señala Suárez.

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