La sociedad propietaria de la antigua fábrica de El Águila Negra incumplió el deber de conservación del edificio, por lo que, de acuerdo con la Ley de Patrimonio, podría exigírsele que costee las obras de rehabilitación. Así lo falló el juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 2 de Oviedo y así lo ha ratificado el Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA), que ha rechazado el recurso de apelación de la propiedad.

El TSJA razona que el convenio firmado con el Ayuntamiento por Gestión Nora obligaba a esta última a acometer la rehabilitación de la antigua fábrica de cerveza a cambio de una modificación del plan urbano para desarrollar el polígono de la zona, y que el retraso en afrontar esas responsabilidades derivó en la situación de ruina del edificio.

El tribunal, además, critica que la sociedad haya planteado el recurso de apelación en los mismos términos que en primera instancia, dudando de la imparcialidad y de la valoración de las pruebas por parte del juez del Contencioso-Administrativo, en vez de intentar combatir los razonamientos jurídicos en los que basó su sentencia.

Asimismo, la sentencia deja constancia el "estado de abandono total" en el que se encontraban las instalaciones fabriles en el momento de la compra por Gestión Nora, pero también precisa que "su deterioro conocido no mermaba su consideración de inmueble catalogado con un nivel de protección integral y, por ende, su deber de conservación en los términos en que fueron convenidos y cuyo incumplimiento por la parte que ahora recurre ha podido verificarse por los informes técnicos". Añade el documento que "la ruina declarada no es incompatible con el deber de conservación cultural". Además, los jueces consideran que en el momento de la adquisición, este edificio histórico de Colloto no se encontraba en estado de ruina y podía haberse actuado para evitar su deterioro actual.

Por lo tanto, el tribunal rechaza el recurso de la sociedad y considera en vigor la resolución de la Alcaldía de Siero del 14 de julio de 2015, que decreta el incumplimiento del deber de conservación por parte de la propiedad. Además, impone a la compañía el pago de las costas, que estima en 2.500 euros.

El edificio de la antigua fábrica El Águila Negra es bien de interés cultural (BIC) y, según explica la abogada consistorial, Isabel Rodríguez, en 2002 el Ayuntamiento y Gestión Nora firmaron un convenio por el que la empresa se comprometía a "conservar y rehabilitar el edificio", y el primero, a aprobar una modificación puntual del planeamiento que permitió a la propiedad desarrollar el polígono industrial.

En concreto, según apunta el arquitecto jefe, Benito Díaz, se hizo un cambio en la volumetría para edificar más naves industriales. Se acordó que la propiedad abordaría la conservación del inmueble principal, de la chimenea y de dos naves adosadas (estas últimas sí se arreglaron, al darles un uso industrial). En el proyecto que se elaboró entonces el coste estimado de la reparación se cifró en unos tres millones de euros.

Se inició entonces un largo litigio judicial porque la compañía no se mostró dispuesta a asumir todo el coste de la rehabilitación, sino solamente el límite general que marca la ley, esto es, 200.000 euros. Del resto pretendía que se encargara la administración local. El abogado de Gestión Nora, Miguel Teijelo, defiende que así se determinó en dos sentencias a su favor. Sin embargo, el TSJA considera que el límite general marcado por la ley quedó sin efecto en el momento en que la empresa firmó un convenio con el Ayuntamiento en el que se marcaban otras condiciones.

Los propietarios insisten en que una cuestión es la responsabilidad de conservación y otra distinta la obligación de correr con el gasto de la rehabilitación. Además, argumentan que el Ayuntamiento "lleva varios años de retraso de ejecución subsidiaria" de los trabajos.

El gobierno sierense reaccionó con euforia ante el fallo del TSJA. La edil de Urbanismo, Noelia Macías, subraya que "es la primera sentencia que habla del deber de conservación patrimonial como garante. La sentencia es muy contundente. También lo era la anterior, pero ésta lo es aún más".