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JUAN MAJADA | Presidente de la asociación Llanera Sin Barreras

"Lugo es un caso aparte; para ser accesible necesita una reestructuración integral"

"Si el obrero pensase que por el bordillo tiene que pasar una silla de ruedas, quizá lo haría de otra manera"

Juan Majada. F. T.

Llanera creará una comisión de seguimiento de barreras arquitectónicas. Además de miembros de la corporación y técnicos municipales, en ésta estarán presentes integrantes de la asociación Llanera Sin Barreras. Su presidente, Juan Majada (La Garganta, Cáceres, 1951), acudió al Pleno donde se dio de paso la comisión: "Una persona en silla de ruedas no podría acceder, ya que no hay ningún ascensor que posibilite el acceso a la segunda planta del ayuntamiento".

-Se constituyeron como asociación en mayo y ahora han impulsado la comisión.

-El jueves (día del Pleno), a nuestro entender, fue un día muy importante para Llanera por la aprobación de la comisión de seguimiento de barreras, y por unanimidad. Esto quiere decir que hay una voluntad política para que esto se lleve a cabo. Con ella lo que pretendemos conseguir es que todos los proyectos de obra y reforma se adapten a la ley de promoción de accesibilidad y supresión de barreras del Principado.

-Además, en los presupuestos de 2017 hay consignados 15.000 euros para eliminación de barreras y 75.000 euros para la puesta en marcha del Plan de movilidad sostenible, donde también está previsto realizar acciones relacionadas con la eliminación de barreras.

-Es uno de los puntos en los que estará muy presente la comisión. Se trata de marcar una línea de trabajo donde se incluyan prioridades y líneas de actuación. Tenemos hecho un trabajo de campo y estamos en consonancia con los concejales de Urbanismo y Obras para tratar de solventar estas barreras en cuanto se aprueben las cuentas. Si bien el Plan de movilidad se centrará en un principio en Lugo, donde hay muchas deficiencias. Los otros 15.000 euros se pondrán en funcionamiento cuanto antes para realizar obras de menor calado como la eliminación de bordillos, la creación de rampas, etcétera.

-¿Tan complicada es la situación de Lugo?

-Muchísimo. Es un caso aparte. Estamos hablando de que se trata de una localidad que necesitaría una reestructuración integral. En un primer momento nos centraremos en los edificios públicos, como el centro social, al que resulta muy complicado llegar y no cuenta, por ejemplo, con servicios adaptados. Luego, evidentemente, también habrá que realizar trabajos en Posada, San Cucao...

-¿Tan complicado es conseguir que se realicen infraestructuras accesibles?

-Hacer las cosas perfectas, y no digo bien, sino perfectas, es muy fácil. Tan sencillo como seguir la normativa vigente.

-¿Falta concienciación?

-En parte sí. No quiero pensar que nadie haga una obra mal a conciencia, no creo en eso. Pero sí en que a veces se pueden hacer las cosas por cumplir y sin seguir al dedillo la legislación. Esto, además, supondría un ahorro, porque no habría que repetir ninguna actuación. Pero, desde luego, una mayor concienciación social ayudaría, ya que si el operario que está realizando los trabajos pensase en que por este bordillo o aquella rampa tiene que pasar una silla de ruedas, quizás lo haría de otra manera. Éste es el motivo por el que también queremos trabajar con las nuevas generaciones.

-¿En qué sentido?

-Ya lo hicimos en algunas ocasiones, y queremos repetirlo. Se trata de dar charlas a niños en los colegios para que adquieran conciencia. Que sean conscientes de que la accesibilidad implica comunicación y acceso a la cultura o al deporte. Son temas muy importantes para que se tomen tan en serio como se están tomando. Y los niños de hoy tienen que ser conscientes de ello, porque serán los arquitectos, aparejadores o políticos del mañana.

-¿Cuántos años podría tardar Llanera en ponerse al día?

-Dar un plazo sería muy valiente por mi parte. Lo que sí queremos es que se vayan haciendo cosas poco a poco, pero que se vayan haciendo. Si miramos cuánto tiempo podríamos tardar en hacer de Lugo un lugar accesible sería muy complicado, porque tenemos que ponerlo patas arriba. Además, no sólo hablamos de edificios o infraestructuras públicas, sino que también hay que pensar que, por ejemplo, en Posada, no encuentras una cafetería accesible y menos adaptada. La accesibilidad tiene que estar presente en todas sus ramas. Por ejemplo, en el campo de fútbol no hay un baño accesible. Son muchas cosas, pero lo que está claro es que en gran parte depende de la voluntad política y la cooperación.

-¿Qué más hay que pedirle al Ayuntamiento?

-Por ejemplo la cesión de un local. Para nosotros sería básico tener una sede en la que recibir a nuestros miembros, poder informales, realizar talleres, ofrecer asistencia psicológica a familiares... Es, sin duda, un bien de primera necesidad para nosotros.

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