El nuevo polideportivo de la Pola volvió ayer a la normalidad durante una jornada en la que tanto el buen tiempo como la reparación de los daños en la cubierta contribuyeron a que no hubiera mayores inconvenientes para el desarrollo de las habituales actividades del equipamiento.

Después de que el sábado se repusieses varias de las placas del techo arrancadas por el techo, operarios se encargaron ayer de colocar la última de las piezas que faltaba y que había dejado el hueco por el cual se filtró el agua en la mañana del domingo, obligando a suspender varios partidos de fútbol sala y balonmano.

Esta última placa no pudo ser colocada el sábado porque se desconocía su paradero y no fue hallada hasta el domingo en la zona de las piscinas municipales exteriores, aunque no fue posible su colocación al no ser una jornada laborable.

Según fuentes municipales el patronato deportivo confía en que con estos arreglos se den por zanjados los problemas de filtración de aguas y se pide paciencia para que progresivamente se puedan ir solucionando todas las deficiencias de un polideportivo que costó más de tres millones de euros y fue estrenado en noviembre.