"La habanera es mestiza como Cuba entera", expresa la cubana Lena Rodríguez, una de las ponentes del III Concurso internacional de habaneras que se celebra en Candás hasta mañana. Los orígenes de la ahora popular canción marinera hay que buscarlos en la isla de mayor tamaño del Caribe. "Es una mezcla de dos estilos, la contradanza que fue a Cuba y la cultura africana; en origen tienen hasta tono pícaro, hablan del vaivén y del meneo que también se puede asociar al movimiento de la barca", expresa Encina Cortizo, profesora de la Universidad de Oviedo.

Hablan del siglo XIX, cuando había canciones que eran incluso instrumentales, y del mar; sólo tenían que era un estilo tejido a ambos lados del océano con raíz en Cuba. "En 1868 podemos hablar de que la habanera es independiente de Cuba y en 1875, con el estreno de 'Carmen' de Bizet, llega su consagración internacional", indica Ramón Sobrino, catedrático de la Universidad de Oviedo, quien añade con seguridad: "La habanera es un símbolo de España ya antes de 1898 (año de la independencia de Cuba y Filipinas)".

La habanera, más que un estilo, era un ritmo en el siglo XIX. "Era una música de integración", se oye comentar en la mesa, en la que también están presentes los especialistas Francesc Cortès, Miguel Ángel Ríos y Víctor Sánchez. La temática marinera llegó después, en el siglo XX, cuando la nostalgia, el mundo de los pescadores comienza a tomar forma. Pero eso es harina de otro costal. Los ponentes de ayer disertaron sobre los orígenes de un género que "fue incluso reivindicativo, con canciones subidas de tono, como 'El Bateo', de Federico Chueca, que habla sobre un petrolerista anarquista".

"La tradición de habaneras de Candás se debe a las industrias conserveras", expresa Cortès, que detalla, además, que el concepto de canción que es objeto de debate estos días en Carreño "ha cambiado de significado con el tiempo, y la temática marinera es hoy el principal".

Ramón Sobrino recuperó su tesis sobre el simbolismo de este estilo musical e incidió en que se ha ido modificando con el paso de los años. "España se suele identificar con el flamenco, aunque también existen la jota y las habaneras propias del litoral; en el siglo XIX, la habanera y el flamenco ya eran símbolos de España", destaca el especialista.

El también primer ponente de las jornadas inauguradas ayer habla del compositor Claude Debussy, que escribió una habanera de Granada a Manuel de Falla, "sin ser tierra de habaneras", y el músico español le devolvió el presente con otra pieza que, curiosamente, también era una canción con orígenes cubanos, africanos y con tintes españoles, una mezcla como la habanera.

Tras la charla de Sobrino, Encina Cortizo analizó la importancia de la habanera en la zarzuela del siglo XIX. Le siguió la cubana Lena Rodríguez, que habló de las relaciones entre la habanera y la contradanza, "Músicas de ida sin vuelta". Eva García habló de la habanera en la obra de José María Guelbenzu y Francesc Cortés abordó la habanera catalana. Más avanzada la tarde intervinieron los profesores Alberto Veintimilla, Adriana García y Andrea García, todo antes de la actuación del coro "Aires de Candás", que puso la nota local.