La aventurera maliayesa Judith Obaya lleva ya seis días de travesía en bici por el desierto del Sahara, como forma de exhibir su rechazo a la violencia hacia las mujeres. Es un nuevo gran reto para esta policía local de Oviedo, a la que no se le pone nada por delante. Ya conocía la dureza de atravesar el desierto, porque lo cruzó de norte a sur y a la inversa en moto. Ahora se ha aventurado a hacerlo en bicicleta. "Me encuentro un poco cansada, pero no lo llevo mal", explica desde el desierto.

"Soy metódica para mantener los 'coulottes' alejados lo más posible de la arena, para evitar rozaduras", indica, y cuida bien de aplicarse crema y pomada. El aseo es complicado, así que se las apaña con toallitas y un poco de agua en un balde. Se alimenta de mucha fruta, pues "naranjas y dátiles aguantan bien muchos días de calor en el coche". Las conservas y embutidos completan su dieta. La bicicleta rueda bien y le toca lidiar con el viento y, a veces, con el frío.