La renuncia a la noche de Les Comadres y la potenciación de la parte gastronómica de la fiesta que propugna el presidente de la Sociedad de Festejos de la Pola, Jenaro Soto, ha sido bien recibida por los polesos. Hosteleros y portavoces de asociaciones coinciden en que los tiempos han cambiado y que hay que buscar otra forma de enfocar la fiesta.

El presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios, Nacho Calviño, propone, incluso, que se intente potenciar más la temporada. "Habría que intentar, a través del Ayuntamiento, que se potenciaran las actividades por trimestre; intentar hacer los cancios de chigre 15 días antes para que hubiera gente, hacer Les Comadres de jueves, centradas en potenciar lo gastronómico, sin orquesta, y hacer un viernes unes Comadrines fuertes, y el sábado un Antroxu potente, pero el problema es el sonido de la plaza cubierta".

El presidente de Amigos del Roble, Enrique Meoro, está de acuerdo con Soto, pero cree "que la fiesta nocturna de la plaza cubierta ya murió hace muchos años. La fiesta de Les Comadres sigue teniendo su encanto, pero hay cambios de ciclo y de costumbres". Opina que Les Comadres "es la fiesta gastronómica y nada más, y estoy de acuerdo en que hay que potenciarla".

Respecto a la idea de recuperar el Antroxu, considera que "va a ser muy difícil; en el momento en el que se metieron los chiringuitos se vino abajo todo. Esos cambios de fechas no fueron nada buenos y es muy difícil volver".

Por su parte, el cronista oficial de Siero, Juan José Domínguez, dice que "han cambiado los hábitos, y organizar un baile el jueves de Les Comadres es tirar el dinero. Lo mejor es potenciar el viernes, y el sábado, migayes y Carnaval".

El presidente de la Asociación de Discobares, Alberto Díaz, apunta por su parte que su bar "es de gente joven, de 18 a 25", y que tiene "más gente el jueves que el viernes, pero por la calle apenas hay gente". Y "tirar por la parte gastronómica me parece lo más lógico del mundo. El ocio nocturno funciona poco, y si no es una propuesta muy, muy buena, la gente ya no se mueve".

Borja Alcázar, de la Asamblea Gastronómica, cree que "el festejo local del jueves no desaparecerá porque está muy arraigado, y se fijará toda la atención en las propuestas que la hostelería organice para la noche del jueves".

También es importante "que se recuerden y se potencien siempre los valores culturales y gastronómicos de Les Comadres, a través de actividades que informen e incluyan la oferta de, por ejemplo, platos típicos de la fiesta adaptados en forma de tapas. Debemos luchar para que no se pierdan nunca esos valores".

"Las actividades del fin de semana podrán ser más atractivas para los que asistan de fuera, y si se enfocan de manera correcta, puede ser una jornada festiva de gran potencia económica para el concejo", concluye.

El hostelero César Loredo cree, por su parte, que "lo único que mantiene la diferencia con los demás sitios de Asturias es el bollu, lo gastronómico. Hasta hace treinta años no había fiestas en ninguna parte de Asturias y todo el mundo venía aquí, pero ahora la gente no viene a la Pola. El tema culinario no lo hay que olvidar porque es muy importante para la Pola: el bollo con chorizo y la tortilla de sardines salones. Hay que cuidarlo para que no nos lo quiten. Y la noche, de fin de semana".