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La Pola | Maravillas del mercado

Comienza la temporada de nabos en la Pola

"Se cuece, se guisa, se rellena y hay quien lo asa", explica Miguel Pernas sobre las posibilidades culinarias del tubérculo

Miguel Pernas, ayer, en la Pola, con un manojo de nabos. MARIOLA MENÉNDEZ

Miguel Pernas estrenó ayer en el mercado de Pola de Siero la temporada de nabos. Era el primer día de esta campaña que ofrecía el producto en su puesto semanal. "Se planta en octubre y se recogen ahora", explica. Así que durante un mes o mes y medio, estarán listos para comprar, cocinar y comer. Dos unidades cuestan 0,50 euros. La suya es semilla gallega, como su ascendencia, pues es su huerto ecológico tratan de "preservar y que no se pierda la simiente familiar", puntualiza. Lo mismo hace con el pimiento de padrón y el tomate. Pernas reconoce que en su tierra hay más tradición de nabo que en Asturias, aunque recuerda que en los próximos días se celebrarán unas jornadas en Sotrondio.

Este agricultor afincado en el alto de Muncó (Siero) anima a consumir más esta hortaliza porque ofrece grandes posibilidades gastronómicas. Las hojas o grelos también se consumen, aunque lo más característico es el tubérculo. "Se come todo", enfatiza. Las primeras se suelen preparar similares a la berza, en caldos o cocidos, mientras que el nabo en sí, admite "mil recetas". Concreta que "se cuece, se guisa, se rellena y hay quien lo asa..." Tiene "muchísimas posibilidades", matiza. "No sacamos ni el 10% del rendimiento a la verdura, en general", destaca Miguel Pernas. Más allá de sus propiedades saludables al ser antioxidantes y ricos en minerales, vitamina C o fibra, el agricultor añade que, además, "funciona como abono verde" para la tierra. En Asturias "se da bien", pues es un cultivo que requiere agua y frío.

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