La negociación del presupuesto de la Mancomunidad de la Comarca de la Sidra ha puesto un borrón en la aparente armonía con que estaba funcionando la entidad. El Ayuntamiento de Bimenes decidió finalmente votar en contra por diversas desavenencias con el resto de municipios, y su alcalde, Aitor García, critica la "poca voluntad de diálogo" del resto de concejos y asegura que "impera la posición partidista mas que la vocación negociadora y política en beneficio de la ciudadanía".

Uno de los motivos del desencuentro ha sido la subvención a los municipios por los técnicos de desarrollo local. En un principio, según Aitor García, se trató de excluir a Bimenes del reparto, alegando que su técnico trabajaba a tiempo completo en el concejo. Sin embargo, la normativa obligaba a incluir a todos los concejos para recibir la subvención, y finalmente, el concejo hubo de ser incluido en el reparto. Este intento de dejar fuera a su municipio fue una de las causas del voto negativo. Otras fueron, según Aitor García, la mencionada "poca voluntad de diálogo" y "cuestiones como la de la figura de la gerencia".

García cree que no se puede dudar del compromiso de su concejo con la Comarca. Algo que queda patente especialmente en las aportaciones económicas, "pagando muy por encima de lo que nos corresponde para poder amortizar deuda lo más rápido posible". El concejo es el que más deuda con la comarca ha amortizado. Bimenes tenía aportaciones pendientes desde 2013 que sumaban más de 200.000 euros al empezar el mandato. Y en el último año ha aportado 12.000 euros mensuales. Nava, asegura, tiene liquidaciones pendientes de 2014, y Cabranes, de 2015. Villaviciosa ya llevaba los pagos al día en el mandato anterior.

El alcalde defiende la Mancomunidad, pero entiende que "la gestión o administración de la misma debe de hacerse desde la trasparencia y la voluntad de mejorar la vida de nuestras vecinas y vecinos".