El tándem formado por el veterano jugador, ex de equipos como Villa de Noreña o La Charca, entre otros, y un Mario Blanco que tras años de parón ha vuelto al circuito con mucha fuerza, fue inexpugnable para sus rivales en los últimos dos meses salvo la excepción de la final jugada en la Villa Condal en la que ganaron por la mínima a dos promesas en ciernes como son José Miguel Fernández y Pablo Fernández, de la peña Batán de Mieres.