El problema de los porreos, los terrenos ganados al mar en la ría de Villaviciosa, llegará hasta el Defensor del Pueblo y podría acabar también sobre la mesa del fiscal de Medio Ambiente del Principado de Asturias. Así lo anunció ayer la asociación "Cubera" en el segundo foro sobre el futuro de la ría que organizó en la Casa de los Hevia. El colectivo de Amigos del Paisaje de Villaviciosa calcula que las sucesivas roturas de los diques que contienen el agua y las consecuentes inundaciones han dañado una superficie equivalente a 300 campos de fútbol.

"En total son entre 140 y 200 hectáreas inundadas las que se han perdido o se acabarán perdiendo como suelos útiles", explicó Ángel Valle, miembro de la asociación. El colectivo mostró, además, su preocupación por los porreos de la margen derecha de la ría, situados a partir de El Gaitero. Inquieta la rotura del porreo de Muslera en diciembre y también cómo el de "La Encina está rompiendo desde dentro", describió Valle.

Pedirán "amparo" al Defensor del Pueblo porque se están vulnerando los derechos "de toda la comunidad" y no descartan recoger la propuesta que lanzó uno de los asistentes de denunciar al asunto ante la Fiscalía de Medio Ambiente. Sobre esta segunda posibilidad, Valle apuntó que el colectivo cuenta con medios limitados. Cubera estudia, además, acudir al Parlamento europeo. "Allí verán si se están incumpliendo normativas comunitarias", apuntó Eva Solé, representante del colectivo en el Foro de Participación de la Ría. "Es una vía larga y lenta", indicó.

El documento que "Cubera" remitirá habla, además, de riesgo para las personas. "Esta situación puede poner en peligro la seguridad de la población", expuso Valle, para quien la posibilidad existe "no sólo a medio plazo, sino desde este mismo momento". La asociación maliayesa hizo referencia, además, al plan de emergencias del Principado para la zona y que reconoce que, "en la situación actual, no existe garantías de que los elementos vulnerables en la zona no se vean afectados por las lluvias intensas o la influencia mareal". Este mismo informe identifica como "zona de riesgo" parte de los espacios afectados por la rotura de los diques de los porreos.

Los maliayeses reunidos ayer evidenciaron, además, el malestar que sienten al ver cómo la ría se deteriora. A la rotura de los porreos, la inundación de los campos de cultivo y se suma además la presencia de plásticos y otras basuras en la zona.