"No se puede perder lo nuestro y hay que investigar hasta donde se pueda". Habla María José Fernández, responsable de los talleres que desde el año 2000 se desarrollan en La Baragaña para mantener viva la manta candasina. La monitora ve "estupendo" el estudio que quiere impulsar el Ayuntamiento para ahondar en los orígenes de la prenda, de esa toquilla de color negro que ahora es usada en fiestas por las mujeres y que hace décadas era portada en las fábricas conserveras y por las muyeres de la paxa y todas las vinculadas con oficios de la mar. "No sabemos el origen, podemos explicar que nuestros antepasados la usaban para protegerse del frío y que estaba hecha de lana; las de ahora, que suelen ser para la fiesta, son de sedón", detalla María José Fernández, que quiere seguir tirando del hilo para proteger este género "que no se ve en ningún otro sitio". "De aquella no había abrigos, por eso las hacían de lana", detalla la monitora del taller, que se desarrolla tres veces por semana.

Fernández explica, además, que el color de la prenda siempre ha sido el negro. "Eso se debe al luto, eran familias numerosas. La manta candasina la llevaban tanto jóvenes como mayores", detalla la monitora del taller semanal, que no para de preguntarse por los orígenes de esta prenda popular, que es casi imprescindible en las fiestas de Candás, ya sea San Antonio, el Festival de la sardina u otras.

También tiene dudas sobre el origen Tito Aramendi, presidente de la asociación "Candás Marinero", que lleva años recopilando imágenes del concejo. "Las mujeres que trabajaban en algo vinculado con el mar, rederas, llevan manta candasina. Sabemos que se usó como prenda de abrigo y que ahora es festiva, pero poco más. Quizá comenzó en el siglo XIX, pero quizá", expresó Aramendi, que está dispuesto a colaborar en todo lo que pueda para "rascar en la historia y conservar las tradiciones candasinas".

La archivera, Carmen Cantera, también duda sobre los orígenes de la prenda. Es más, aún no ha encontrado ningún documento específico que hable de los orígenes de la manta. "Por ahora no hay nada y me encantaría encontra documentación, quizá haya documentación en el Museo del Pueblo de Asturias", expresó la archivera, que confía en hallar un informe que hable de la manta candasina y que la fije en un siglo concreto. Hasta la fecha, algunas fuentes sugieren que ese origen pudo estar en el siglo XIX, pero quizá fuera utilizada con anterioridad. Por eso el Ayuntamiento ha decidido contratar a una asesoría etnográfica que le permita encontrar el origen de una prenda tan característica de las mujeres de Candás, que guarda consigo un buen puñado de incógnitas.