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Siero se abona a los ediles no adscritos

Es el tercer mandato en que algún concejal deja su grupo; el último, Javier Seoane, da pie a un debate sobre su representación en las comisiones

Julio Carretero, uno de los ediles expulsados. M. NOVAL MORO

Siero sigue rompiendo esquemas en política. Es de los pocos concejos asturianos que suma tres mandatos consecutivos con concejales que dejan o son expulsados de su grupo municipal y pasan a ser no adscritos.

Javier Seoane es el último. El viernes presentó su renuncia a seguir formando parte del Partido Popular y se dará cuenta de esta circunstancia en el pleno del jueves. La corporación de Siero ya tiene experiencia en la materia: en el último mandato, cuatro concejales, también del PP, fueron expulsados por su partido y, como no renunciaron a sus actas, pasaron a ser no adscritos. Eran Luis Vázquez, Engracia Valle, María Jesús Berdasco y Maurico Bogomak. En el mandato anterior también hubo precedentes; en este caso, eran del PSOE y, como su partido les echó, también se convirtieron en no adscritos Julio Carretero, Ángela Llende, Herminio Llamedo y Yoya Álvarez. Unos y otros mantuvieron una representación en las comisiones similar a la que tenían antes de abandonar su grupo municipal.

Pero el caso del concejal crítico con la dirección local y regional del PP Javier Seoane es algo diferente al tratarse sólo de un edil. Ahora el debate se centra en si tendrá representación en todas las comisiones -como el resto de ediles de partidos minoritarios, y como él mismo solicitó al alcalde, Ángel García, que no lo ve descabellado- o sólo en algunas, como cuando era edil del PP hasta que los suyos le apartaron de estas reuniones en las que los asistentes cobran dieta. El grupo municipal de los populares, que se queda con un par de concejales, se juega pasar de tener dos representantes en las comisiones a quedarse con sólo uno.

Pero, ¿qué dice la ley al respecto? Como el estatuto del concejal no adscrito no está regulado hay que acudir a la Ley Reguladora de las Bases. En su artículo 73.3 define que estos ediles son aquellos que no estén integrados en un grupo o lo abandonen. La normativa concreta que "los derechos económicos o políticos no pueden ser superiores a los que le hubiesen correspondido si mantuviese la permanencia en el grupo al que pertenecía". Agrega que ejercerá los mencionados derechos "según el reglamento orgánico", del que carece el Ayuntamiento de Siero porque aún lo está desarrollando.

En el Pleno de constitución de la corporación, ésta decidió que habría cuatro comisiones informativas. También acordó que la representación en ellas sería la siguiente: tres ediles del PSOE, dos de Foro, dos de Somos, dos del PP, dos de IU, uno de la Plataforma Vecinal de la Fresneda, uno del Pinsi y uno de Ciudadanos. En total, suman 14. Pero ahora toca reordenar la composición y determinar la proporcionalidad. Lo previsible es que se inicie un trámite de audiencia para que los grupos municipales se pongan de acuerdo y lo decidan.

Se aventura que el Partido Popular peleará por tratar de mantener sus dos representantes en las comisiones informativas, y más cuando le reclama a Seoane que renuncie a su acta de concejal. Éste ya adelantó que no lo hará. La ley también señala que los ediles no adscritos tienen derecho a participar en estas reuniones municipales. Lo que está pendiente de dilucidar, a falta de un reglamento orgánico, es si Seoane estará en todas, algo que el Alcalde no descarta, o sólo en algunas.

El nuevo edil no adscrito puede pasar a ser clave para el gobierno local del PSOE a la hora de alcanzar la mayoría, al sumar su voto al de los siete socialistas y a los cinco de Foro, convirtiéndose en el concejal número 13. Ahora, el ejecutivo sierense tiene que ganarse a los partidos minoritarios para lograr los apoyos suficientes. El alcalde de Siero, Ángel García, ya adelantó que no descarta dar alguna responsabilidad de gobierno a Seoane.

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