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La apertura del hotel del Padre Ángel para personas sin hogar se demora al verano

La necesidad de acometer obras en el complejo, ubicado en Pruvia, suma un nuevo retraso al proyecto

El proyecto del Padre Ángel para abrir un hotel-restaurante en Pruvia en el que dar cobijo a los más necesitados se pospone, como mínimo, hasta el verano. El motivo de este nuevo retraso no es otro que las obras a realizar en el inmueble del antiguo hotel Castillo y el restaurante Los Pinos, lugar en el que se asentará el proyecto. Y es que las condiciones en las que se encuentra el complejo hotelero, que lleva varios años en desuso, no permiten ofrecer un servicio digno y seguro, como confirma Mensajeros de la Paz, la ONG fundada por el religioso mierense.

Pese a ello, no todo han sido demoras y trabas, sino que también ha habido avances en las últimas fechas. La semana pasada, la entidad que pasará a gestionar el complejo de Pruvia y su propietario, el que fuera primer alcalde tras la dictadura, José Luis Suárez, firmaron el acuerdo de cesión por el que Mensajeros de la Paz ya gestiona en primera persona tanto el hotel como el restaurante.

Este trámite se había alargado más de lo previsto inicialmente debido a los exhaustivos controles fiscales a los que son sometidas las ONG, como así aseguraron responsables de la entidad sin ánimo de lucro.

Ahora, y con la concesión firmada, Mensajeros de la Paz deberá solicitar los permisos pertinentes y abordar las obras para poder acondicionar el complejo del hotel Castillo y el restaurante Los Pinos, con capacidad para unas 150 personas.

Cuando se conoció la noticia de que el Padre Ángel tenía previsto abrir la instalación en Llanera, a finales de 2016, el alcalde, Gerardo Sanz, destacó la intención del Ayuntamiento de "tender la mano" al proyecto del religioso asturiano.

El hotel-restaurante para sin techo será el primer proyecto que el "Príncipe de Asturias" de la Concordia en 1994 abrirá en la región.

La intención de Mensajeros de la Paz es que los que tienen recursos paguen un poco más, y los que no los tienen puedan descansar dos o tres días en una cama con sábanas y tengan la oportunidad de cenar con vasos de cristal en una mesa con mantel.

El pasado mes de noviembre, la ONG abrió un restaurante con estas características en el centro de Madrid. En el Robin Hood -como así se llama el establecimiento- colaboran chefs de gran reputación nacional e internacional, atraídos por la obra del Padre Ángel, uno de los religiosos más queridos y apreciados del país, como lo es su labor humanitaria para con los más necesitados.

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