Sofía Viesca encontró en el volante una forma de ganarse la vida y disfrutar al mismo tiempo de su pasión por conducir. Esta joven vizcaína, aunque hija de lenense, vio hace una década en el taxi de su progenitor en Lugones una salida laboral que supuso derribar una barrera en un gremio que, a pesar de los avances, todavía sigue fuertemente dominado por los hombres.
El padre de Sofía fue desde Lena al País Vasco a trabajar en la potente industria de esa comunidad autónoma y allí formó una familia.
Sin embargo, cuando las cosas comenzaron a ir mal dadas se enteró de la existencia de una licencia de taxi vacante en Lugones y decidió trasladara para buscar una alternativa que le permitiese sortear el desempleo.
Un cambio que afectó a toda la familia, incluida una Sofía que estudió y se tituló en Educación Infantil en el Principado. Una formación que conjugó con trabajos de camarera y vendedora de ropa, pero que finalmente no culminaría con la dedicación profesional a la que aspiró en su momento. "Vi en el taxi una manera de ganar dinero y disfrutar de lo que me gusta conducir", explica la que de esta manera comenzó a compartir hace una década con su padre, ya fallecido, su desempeño laboral, convirtiéndose en la primera mujer taxista de Lugones. "Es el día de hoy que me preguntan que si no tengo miedo a dedicarme a esto", cuenta sobre los tabúes que todavía se mantienen sobre la inclusión del género femenino en la profesión.
Diez años más tarde, Viesca no solo es ya una de las veteranas de esta profesión, sino que el pasado enero fue elegida presidenta de la asociación "Quierotaxisiero" que aúna a ocho plazas de Lugones, una de La Fresneda, dos de El Berrón y dos de Colloto. "Decidimos refundar el colectivo, relacionarlo con las nuevas tecnologías y tras debatirlo acordaron que yo fuera la presidenta", explica la flamante dirigente de un colectivo que aspira a integrarse de lleno en el uso de las nuevas tecnologías para que Lugones siga siendo "la parada con más tráfico del concejo".
Aspiraciones para las cuales la pionera femenina de los taxistas locales apuesta por dar un servicio variado y que llegue al máximo número de vecinos. "Incorporamos dos taxis de hasta siete plazas y varias mejoras organizativas", sostiene esta mujer de 31 años, que también saca tiempo libre para colaborar con numerosas fiestas y causas de la localidad de Lugones.
