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El turismo de Candás, por la senda literaria

Los alumnos del IES trazan una ruta para atraer visitantes basada en "La Indiana", obra ambientada en la villa a finales del XIX

Por la izquierda, Carmen Llena, Marina García, Héctor García, David Ruiz y Gemma Álvarez. ILLÁN GARCÍA

Un grupo de alumnos de Primero de Bachillerato del IES de Candás se han leído el libro "La Indiana", obra de la escritora y periodista local María Teresa Álvarez y ambientado en la villa, y han comenzado a dar los primeros pasos para confeccionar una ruta literaria por Candás. Carmen Llena, una de las alumnas participantes, tiene claro que esa senda urbana servirá para atraer a los lectores de la publicación y turistas que analicen Candás como si se tratara de un pueblo marinero de finales del siglo XIX.

Los adolescentes han establecido catorce puntos clave de la ruta basándose en la historia de Marina y Silverio, los dos protagonistas de una obra que Álvarez publicó ya en 2014.

Por aquel entonces, a finales del XIX, Candás vivía casi exclusivamente de la mar. "Había pescadores que apenas tenían recursos para salir a navegar", explica Gemma Álvarez, otra de las alumnas, que relata a continuación que la villa debía tener una población cercana a mil habitantes, una cantidad bastante menor a la actual ya que la villa cuenta con algo más de 6.000 residentes.

El turismo comenzaba a dar sus primeros pasos con aquellos baños de olas que animaban a las clases pudientes a acercarse a las villas del Cantábrico. Paralelamente, la emigración, principalmente, a Cuba abría puertas a los vecinos de entonces. Para algunos era símbolo de futuro y riqueza, mientras que para otros ese gran viaje había supuesto una experiencia que preveían fuera mejor para sus vidas, sin embargo, mantuvo la miseria de las clases populares. "Hubo muchos que se quedaron en Cuba", detalla Álvarez.

A su lado, Héctor García cuenta que prefiere ahondar en la historia del Candás antiguo que en la historia de amor del relato. Eso es precisamente lo que los alumnos hacen. "El libro está muy bien documentado y nos muestra la evolución sufrida por el pueblo", destaca Marina García.

Uno de esos detalles es el faro, antes estaba solo La Farola y los atalayeros encendían una pequeña hoguera para avisar a los barcos de que la tierra estaba próxima.

Los catorces puntos clave de la obra son los siguientes: el faro, la ermita, la plaza del Cueto, la calle Santolaya, el muelle, la Peña Furada, la Calle La Cuesta, los chigres, fábrica de salazones, plaza de La Baragaña, la iglesia de San Félix, la casa de la Indiana, Les Conserveres y la plaza Santarúa.

Para cada uno de ellos, los alumnos lectores han preparado un pequeño extracto de la obra y algunos pequeños matices históricos.

"En el entorno de la capilla de San Antonio, los protagonistas tenían sus encuentros amorosos", explican los autores de la ruta literaria.

David Ruiz muestra los puntos destacados escritos a bolígrafo en un folio. Esas guías servirán dos días después para hacer una salida de campo en la que retratar los pasos de "Indiana". El miércoles hubo trabajo de aula y el viernes por la mañana tocó salir al entorno de la Casa Consistorial y La Pregona, cámara en mano, para detallar mejor los espacios de la ruta.

El trabajo está coordinado por la profesora de Lengua y Literatura Begoña López.

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