Los cacos volvieron a hacer una "visita" a la hostelería de Lugo de Llanera. En esta ocasión, el "premio" le tocó al Restaurante Blanco. En torno a las tres de la madrugada del martes, unos ladrones rompieron una de las lunas del establecimiento para acceder a su interior. Una vez dentro reventaron las máquinas tragaperras para llevarse la recaudación y huyeron. Un trabajo rápido que la Guardia Civil, pese a personarse en la calle José Manuel Bobes sólo tres minutos después de que saltase la alarma, no pudo evitar.

"Esto es una vergüenza. Nos sentimos impotentes ante la inseguridad que se vive aquí", clamaba ayer Ramón Blanco, propietario del negocio, después del robo.

"Después de 36 años con el negocio abierto, en el que me han robado 36 veces, ya no me enfado, porque casi te acostumbras. Pero este problema viene porque a los ladrones se les ponen más facilidades que obstáculos para asaltar negocios en Lugo", lamenta Blanco, quien ayer, afortunadamente, sólo tuvo que lamentar daños materiales y el robo del dinero de las tragaperras, "que no era mucho".

Para poner freno a esta situación, que ha afectado a un importante número de empresas en la localidad, Blanco hace un llamamiento a los ciudadanos. "Tendremos que movilizarnos. A través de la asociación de vecinos o como sea, pero tenemos que hacerlo", arenga el empresario, que también apuesta por retomar el proyecto de instalación de cámaras de vigilancia.