Pañeda celebra esta Semana Santa, como manda la tradición, su tradicional espicha. Será en las antiguas escuelas de la parroquia, el jueves, el viernes y sábado, al mediodía y para cenar. Es una fiesta que organiza la comisión de festejos para recaudar fondos para las fiestas del verano y que cuenta con una extraordinaria colaboración del pueblo, completamente desinteresada. Cerca de cincuenta personas trabajarán por turnos en la barra, en el comedor y en la cocina para atender a los comensales que acudan a la cita.

Como explico Diego Nicieza, presidente de una comisión que se estrena este año con mucha ilusión de trabajar por el pueblo, "la colaboración es impresionante porque, además, la gente, cuando no le toca el turno de trabajar, viene a comer, con lo que el apoyo es doble".

La espicha ofrece, sobre todo, calidad: este año hay como novedad bacalao portugués, que se ofrece en fritos, y sidra de selección, escanciada en el propio comedor, que se suman al centollo y los bígaros, calamares, parrochas, lacón, tortilla de patata, pollo al ajillo, empanada de carne y de bonito y chorizos a la sidra.

Y para los postres, queso de Cabrales y membrillo, arroz con leche y casadielles. La organización espera que la espicha tenga el mismo éxito de todos los años -siempre ha registrado llenos absolutos- y que la gente esté a gusto pasando un día de la Semana Santa alegrando su estómago y contribuyendo a una buena causa. Porque de aquí saldrá casi toda la financiación de las fiestas del verano.