La propuesta ciudadana de que un tramo de la calle Peligros pase a llamarse del Abre César, en recuerdo del emblemático discobar poleso, no convence a todos. Quienes son más reacios son los vecinos de toda la vida, como Urbano Torre Álvarez, que nació en una de viviendas de esta vía del casco antiguo de la localidad. Este poleso defiende que es una de "sus primitivas calles", pues junto a las de San Antonio, Santa Ana y La Soledad "fue donde, a partir de Les Campes, comenzó a expandirse lo que sería La Puebla de Siero", explica Torre.

Agrega que otra peculiaridad es que "ninguna más del callejero local fue bautizada con nombres del santoral católico". Antiguamente a Peligros y La Soledad les precedía "Virgen de...", pero el término desapareció por abreviar su denominación en el lenguaje habitual de los polesos. "Es por lo que actualmente suele originar un equívoco en la procedencia del nombre", esgrime Torre.

Pero no es la primera vez que estas calles sufren un cambio. Urbano Torre recuerda que San Antonio fue calle de Fray Joaquín Fonseca y Les Campes fueron rebautizadas como plaza de la Nueva España. La Soledad cedió el nombre por el de General Mola y la de Peligros "figura en algunos escritos como trasera de San Antonio". Pero "estas denominaciones nunca fueron asumidas por los polesos", argumenta Urbano Torre.

Por todas estas razones, Urbano Torre no comparte que un tramo de la calle Peligros pase a llamarse del Abre César, "un moderno discobar", frente a los años de historia de la denominación original. Además, sostiene que "ahora que restauraron la calle tendrían que restaurar también el nombre primitivo, de Virgen de los Peligros".

Recuerda que el ambiente que había antes, cuando él se crió aquí, poco tiene que ver con la tranquilidad actual, pues la mayoría de los edificios están deshabitados y desde hace unos años se convirtió en la zona de copas de la Pola. "En las viviendas con números impares de la calle San Antonio la cocina, que era donde se hacía la vida, daba para la calle Peligros", apunta sobre la actividad en esta zona, donde había cuatro talleres de modistas, uno el de su madre, Carmina Álvarez, y tenía mucho tránsito. Desde hace semanas, los partidarios pusieron un cartel sobre la placa de la calle con el nombre del Abre César.