En San Justo de Arriba están deseosos de conectarse a la traída general del agua para así olvidarse de los problemas que les ocasiona la cal presente en el sondeo del que ahora se suministran. Así lo expresa el presidente de la Asociación de Vecinos San Justo y Pastor, Juan Luis Fernández, quien se remonta a cuando hace unos tres años la mayor parte del pueblo se conectó a la red general, de Cadasa.
"En la zona alta, en el monte Cañéu, había que hacer un depósito, pero no había presupuesto y quedó sin agua", relata antes de desvelar la solución por la que entonces se optó: hacer un sondeo en una zona en la que en los años cuarenta hubo intentos de hacer una mina de sal, pero la gran profundidad a la que se encontraba hizo desistir a los empresarios. Se trata de una zona de caliza y el agua que sale de este sondeo presenta grandes cantidades de cal, una circunstancia que se traduce en electrodomésticos y tuberías estropeados cada poco. Los más afectados son lavadoras y calentadores del agua, como les ha sucedido a Tere Pérez y Tino García, quien vieron cómo dos de estos aparatos se estropeaban en tan solo dos años. "Cada poco están levantando la tubería", explica este matrimonio, que como otros vecinos bebe el agua embotellada.
"Me preocupan sobre todo el ganado, que no tiene espera", explica García, quien no obstante apunta que el agua del sondeo "mejoró mucho". La traída general pasa cerca de su casa y creen que "es una pena" que no estén conectados. Los vecinos saben que la conexión está en los planes municipales, aunque todavía no tienen una fecha concreta.
Agua corriente
En San Justo viven en la actualidad unos 370 vecinos, de los que alrededor de un centenar tienen el problema de la cal en el agua. A la localidad maliayesa llegó la primera traída general en el año 1982, hace ahora treinta y cinco años. Hasta entonces los vecinos se surtían de manantiales, como todavía ahora sucede en algunas casas. Fue entonces cuando se creó en Quintes la asociación "Grande Roble" y se hizo una captación en el río España, en Arroes, que estuvo funcionando hasta que llegó la autovía, en torno al año 2002, cuyas obras interrumpieron este suministro.
Tras las negociaciones con el Ayuntamiento de Gijón los vecinos de la zona tuvieron agua del concejo vecino y también algunos problemas, pues todos recuerdan un verano en que fueron necesarias las cubas para abastecer a un pueblo que, además, es especialmente seco en verano. Hace tres años que la mayor parte se conectó a la red general del concejo maliayés, un servicio que pronto esperan tener todos.
