La idea de Lugones como paraíso para los viandantes ilusiona a los incondicionales de la ruta del colesterol que une la localidad con el barrio ovetense de La Corredoria. Los usuarios consideran que la gran concurrencia de este tramo de 2,5 kilómetros compartido por Siero y Oviedo es la principal prueba de que el plan del Consistorio sierense de habilitar vías para peatones que una Lugones con núcleos como La Fresneda o Paredes está llamado a ser todo un éxito en caso de convertirse en realidad.
El primer paso de restringir el acceso del tráfico rodado en una vía secundaria que conecta La Ería con el pueblo de La Fresneda y la avenida de Viella por otro ramal es aplaudido sobre todo por personas que aseguran haber padecido la ausencia de sendas peatonales. "La gente de Lugones que trabaja en La Fresneda iría caminando más a menudo si hubiese una senda más adecuada", explica la vecina de Lugones Ana María Martínez que durante una época trabajo en el centro comercial Azabache y se vio obligada a utilizar el automóvil. "La única vía para ir a pie era la carretera y el paso por el túnel es muy estrecho", recuerda.
Otros consideran que la creación de sendas que conecten zonas verdes como el paseo fluvial, La Acebera o el parque de La Fresneda no harían más que fomentar modos de vida más saludables. "Es bueno que hagan más sendas entre los pueblos porque ello empuja a tener unos hábitos más sanos", comenta el paseante ovetense Mino Suárez, que habitualmente elige la ruta entre Lugones y La Corredoria para hacer un poco de ejercicio.
También hay quien ve en el desarrollo de las nuevas sendas incluidas dentro del plan "Lugones en Red" que aspira a ayudas europeas, una manera de ampliar la oferta lúdica y natural de Lugones. "Si hacen nuevas sendas mucha gente lo agradecerá para cambiar de aires y no ir siempre a pasear hacia La Corredoria", comenta el viandante lugonense Luis Merino.
En la misma línea se pronuncia la también vecina de Lugones, Elisa Gago, que ayer mismo completó los cinco kilómetros de ida y vuelta hacia La Corredoria con su perro Lupo. "La ruta del colesterol está muy bien, aunque también es cierto que está un poco saturada los días festivos y la gente quiere otras alternativas", defiende una Gago que destaca también la necesidad de mejorar las conexiones con La Acebera. "Tenemos un parque maravilloso, pero desde Lugones casi todos los accesos son por carretera y eso de caminar tragando el humo de los coches echa un poco para atrás", apunta.
Entre los que no sólo lo ven bien, sino que también hacen sugerencias está la vecina de La Monxina, Carmela González, que insta a realizar mejoras en los caminos que llevan a Paredes. "Alguna vez fuimos a caminar hasta el centro comercial por Viella, pero el túnel está muy sucio y en mal estado", indica sobre una parte de una ruta que califica de "idónea para pasear" y cuyo acondicionamiento está también dentro de los planes del Consistorio.
Tesis que secunda la también vecina de La Monxina, Eladia Álvarez, que ve a Lugones con suficiente potencial para absorber todavía más caminantes. "Hay varios caminos en los alrededores de Lugones que pueden aprovecharse para hacer sendas preciosas", sostiene una Álvarez que pone como ejemplo el paseo construido en su barrio y que a día de hoy sirve de lugar de esparcimiento para cientos de personas cada día.
No obstante, también existe alguna voz discordante que cree que las prioridades municipales deberían de ir por otros derroteros que no fuesen los de contentar a paseantes. "Está bien todo lo que se haga, pero me parece mucho más prioritario generar empleo que atender las demandas de cuatro jubilados aburridos", apuntó el ovetense Juan Montes a su paso por Lugones.
