Ana María Pérez es clarinetista y la responsable de impartir clases de hipopresivos en la colonia musical de Carreño, que comenzó ayer con la presentación y las primeras clases. Esa técnica, que suele usarse en las mujeres que han dado a luz para fortalecer el diafragma en la respiración, es clave también para los músicos. Al menos, así lo entiende Pérez, quien considera que una correcta respiración ayuda a los instrumentistas de viento y a los cantantes, principalmente.

"A través de los hipopresivos se ayuda a eliminar tensiones musculares y también a mejorar la salud", explica la especialista, que desarrolla esa técnica en el Conservatorio de música y danza de Gijón. Su labor también se centra en las mejoras posturales a través de ejercicios atléticos. "También ayuda a mejorar el cuerpo y lucha contra el desgaste y el estrés", expresa la especialista, quien incide en que los hipopresivos también ayudan a fortalecer el suelo pélvico en las mujeres.

El taller de hipopresivos es una pequeña parte de la colonia musical en la que participan, durante una semana, 55 alumnos de 7 a 18 años en el colegio Poeta Antón de Candás.

La reeducación postural es otra de las ventajas de los hipopresivos, ya que combate las tensiones que se puedan generar en los dedos y brazos, por ejemplo, en el caso de los músicos de viento, como Ana María Pérez. "Se trabaja desde el suelo, sentado, de rodillas y de pie, y en el caso de la colonia musical también ofrecemos sesiones que sirven para liberarse de dolores posturales", señala la especialista, que centra sus sesiones en ejercitar la espalda, el cuello y la cabeza. La tonicidad de los abdominales mediante ejercicios respiratorios es otra ventaja de las técnicas hipopresivas.