Las primeras fiestas de Nuestra Señora de La Salud organizadas por la nueva comisión de festejos tuvieron un éxito considerable a pesar de que el tiempo parecía apuntar al fracaso. Tres días de fiesta, tres días de lluvia. Sin embargo, el entusiasmo de la joven directiva hizo mella en los vecinos de Lieres y en su entorno, y la carpa se llenó todos los días.
Fue especialmente concurrida la noche del sábado, con el prado regado por la lluvia y la carpa abarrotada. "La gente nos ayudó mucho, vino mucha gente y, además, consumió mucho; se notó que muchos querían ayudar", apunta Alba Blanco, una de las integrantes de la nueva comisión. También el domingo a la hora del vermú estuvo muy concurrida la carpa. "El año pasado apenas hubo gente, y este año hubo muchísima", aseguraba otra de las organizadoras, Irene Corujo, ayer bien entrada la tarde, cuando el reparto del bollo para la jira entraba en la hora punta. La comisión repartió más de seiscientas bolsas con dos bollos y una botella de vino para socios, colaboradores, anunciantes del porfolio y feriantes, y desde entonces hasta bien entrada la madrugada la fiesta entró en ebullición para celebrar la última jornada. Puede decirse que el episodio piloto de la nueva temporada de las fiestas de Lieres ha salido muy airoso.
La nueva comisión de festejos de La Salud, presidida por Tatiana Barredo, se había hecho con las riendas de la fiesta hacía tan solo dos meses, y tuvo que apurarse muchísimo para que todo saliera bien. Por lo pronto, redujeron un día el programa y adelantaron la merienda al lunes, cuando habitualmente se celebraba los martes. Su intención era salir adelante este año como buenamente pudieran y, una vez que todo pasase, preparar a conciencia la del año próximo. El caso es que este año todo salió bien. La comisión se encontró con mucho apoyo de los vecinos cuando decidió hacerse cargo de la fiesta, y en el fin de semana y la jornada de ayer se constató este apoyo: los vecinos se volcaron con la fiesta, y la carpa estuvo muy animada todas las jornadas.
