No es ningún secreto que las carrozas de Valdesoto son casi una obra de titanes. Las peñas se superan cada año y la única forma que tienen de hacerlo es trabajar cada vez más duro. Todas, sin excepción, están ultimando los detalles para que todo esté perfecto en el desfile de mañana. Por más que la dimensión de las carrozas y la ambición de cada uno no sea la misma.
Este año desfilan diez carrozas, y Valdesoto está de enhorabuena porque una de ellas ha sido concebida y elaborada por una peña nueva, "El Chole", que apunta a que el relevo generacional está garantizado. Son un grupo de jóvenes de entre 16 y 18 años que decidieron dar el salto a finales del año pasado.
Como suele ocurrir, la idea surgió en un bar. "Estábamos cenando un día, alguien propuso hacer una carroza y nos decidimos", apunta Óscar Gutiérrez, uno de sus miembros. Desde aquel momento, pusieron una cuota mensual de siete euros y se pusieron manos a la obra.
Y en el mes de junio, como señalaba otro de los miembros de la peña, Cosme Fernández, hubo otra reunión "para que nadie se tirase del barco". Nadie lo hizo, y la peña siguió adelante. El uno de julio empezaron a trabajar, porque andaban un poco justos de medios, ni siquiera tenían una plataforma para colocar la carroza y tuvieron que apañar una como pudieron.
A partir de ahí, lo idearon todo, prepararon la representación teatral entre todos y se pusieron manos a la obra. Lo que harán es un secreto. Pero la ilusión está intacta.
También hay ilusión en el proyecto de la peña "El Llagarón", caracterizada siempre por propuestas muy espectaculares, que en esta ocasión no va a hacer una excepción. Después del parón de un año por distintas razones -entre otras, algunas bajas- regresan con una carroza de 22 metros de largo, con la temática del cielo y el infierno, que promete muchas sorpresas.
En este caso, la peña tuvo tiempo para idear la carroza, y los trabajos empezaron ya en el mes de febrero, con Pepe Espiña como artista principal y Manuel Pizarro encargado de la parte dramática. Tino López resume su filosofía: "Nos gusta que todo quede muy bien, miramos todos los detalles, y además todo lo hacemos nosotros. Es todo hecho a mano, no compramos casi nada ni aprovechamos nada de otros años". Pero no quieren revelar mucho más. La sorpresa está garantizada. Y el espectáculo también.
