Desde su instalación, el pasado mes de diciembre, las cámaras de videovigilancia de Lugones, en Siero, han ayudado en las investigaciones de una docena de delitos. Así lo confirman fuentes policiales, que atestiguan que en un total de doce ocasiones la Policía Nacional o la Guardia Civil se puso en contacto con el cuerpo municipal para revisar los datos registrados por las cámaras de Lugones. Además, la Policía Local destaca el valor que tiene el sistema para, resolver incidentes de tráfico. El gobierno local está convencido de la utilidad de este sistema, y ya planea instalarlo en La Fresneda, El Berrón y Pola de Siero.
"Hay buena colaboración y comunicación entre Policía Nacional, Guardia Civil y Policía Local. En total, los cuerpos estatales han pedido acceder a la base de datos de las cámaras unas doce veces para conseguir información útil en la resolución de casos", explican fuentes de la Policía Local sobre el trabajo conjunto que realizan las fuerzas de seguridad en el concejo.
Aunque Guardia Civil y Policía Nacional pueden solicitar el acceso a las grabaciones, el día a día de las cámaras de videovigilancia es gestionado por la Policía Local. "El grueso del uso que le damos es para resolver incidentes de tráfico. Resultan especialmente útiles para los atropellos, ya que nos permite saber si la culpa es del conductor o del peatón", relatan los agentes sobre el valor de los dispositivos, que tienen en el reconocimiento de matrículas una de sus principales virtudes.
Tras el éxito y la buena acogida que está teniendo este sistema, implantado tras una larga oleada de robos en la localidad, el gobierno local tiene pensado ampliar la red de cámaras a otros puntos de Siero, como La Fresneda, El Berrón y la Pola. "Las cámaras son, ante todo, un elemento disuasorio. No son la panacea: no van a evitar todos los robos ni a sustituir a los agentes; pero es un complemento más para que Siero sea un concejo más seguro", relata el alcalde, Ángel García, sobre el proyecto, "una apuesta personal".
Los planes del regidor van más allá, y no sólo pretende ampliar el número de localidades, sino también su localización. "No descartamos que, en un futuro, pueda haber cámaras también en calles peatonales y céntricas; no sólo en edificios públicos. La idea sería que todo estuviese centralizado en una sala de control policial, siendo ellos los únicos que tendrían acceso al sistema", apunta García.
