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El exceso en la producción de manzana tumba varios pomares en Sariego

"Otros años ha habido mucho fruto, pero creo que tanto como éste no lo vi nunca", afirma el propietario de una finca afectada, Paco Foncueva

Manzanas de uno de los árboles de la finca de Paco Foncueva. MANUEL NOVAL MORO

La cosechona es una realidad en Sariego, hasta el punto de que algunos árboles han sido víctimas de su propia abundancia. Es lo que ha pasado en la pomarada que trabaja Paco Foncueva en San Román, que, por una parte, obtendrá quizá la mejor producción de su historia, pero, en contrapartida, ha perdido varios árboles, rotos y desenraizados a consecuencia del exceso de peso provocado por la abundancia de manzana.

"Otros años ha habido mucha manzana, pero creo que tanto como este no lo vi nunca", asegura Foncueva, que tiene tras de sí una larga trayectoria como cosechero. "Se dieron las mejores condiciones para la floración, fue todo perfecto; ahora, si hace sol, van a aumentar mucho de tamaño y la cosecha va a ser muy abundante", concluye.

La mayor cosecha que ha tenido hasta ahora alcanzó en torno a las 60 toneladas de manzana. Este año, si el tiempo es propicio, calcula que se situará entre las 85 y las 90 toneladas.

Foncueva produce manzana en cuatro pomaradas. La primera, plantada en 1990, con 300 árboles de pie franco, que están actualmente a plena producción; la segunda, de 1997, con 600 árboles en eje vertical; otra de la misma fecha, de 150 pomares, y la últíma, del año 2000, cuyos árboles son más jóvenes y, por lo tanto, son los que más han sufrido por la abundancia.

Foncueva produce 17 variedades de manzanas con denominación de origen, y también otras singulares y escasas, como el picu y la mosca, que plantó su padre hace ya 67 años y que son sus joyas de la corona.

Además, cultiva tres variedades de manzana de mesa: reineta blanca, francesona y roxa de Miyares, cuya calidad ha llamado la atención de la alta cocina asturiana. Algunos de los platos de los restaurantes más prestigiosos están hechos con ellas.

Foncueva ha participado con éxito en numerosas exposiciones. En Agropec, en Gijón, ganó el concurso tres años consecutivos, y en Villaviciosa, donde ha participado 16 años seguidos, le queda la espina de que nunca ha conseguido la victoria. "Segundos y terceros puestos tuve muchos, pero nunca conseguí ganar", se lamenta. Este año asegura que volverá a intentarlo.

El año pasado, Sariego vio mermada su producción de manzana por los topillos, que desenraizaron muchos árboles. Este año, los roedores son mucho menos abundantes, y el peor enemigo de los árboles, paradójicamente, son sus propias manzanas.

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