El nuevo polideportivo de la Pola tendrá en breve plazo el aislamiento acústico reclamado por los usuarios desde su inauguración, hace casi un año. El Ayuntamiento de Siero ha adjudicado las obras que evitarán el actual paso de ruidos desde las dos salas polivalentes principales y el tatami, y que eran la principal causa de las protestas de los usuarios. Ninguna de estas salas tiene techo, y comparte la cubierta con la pista principal y la grada, con lo que los ruidos pasan de uno a otro lado provocando, según los usuarios, mucho estruendo y las consiguientes molestias que dificultan la compatibilidad de las actividades en el edificio, que costó más de tres millones de euros.

Esto es especialmente significativo en algunas actividades, como el aerobic, en las que los deportistas se ejercitan con música, pero tampoco hay que desdeñar el hecho de que los ruidos de la cancha principal y la grada pueden ser también molestos en el resto de salas.

Los trabajos cuentan con un presupuesto de 54.992,93 euros y un plazo de ejecución de un mes, y acondicionarán las mencionadas salas para evitar el paso de ruidos y facilitar, así, el desarrollo normal de las actividades. La actuación seguirá las pautas establecidas en un estudio acústico realizado con carácter previo. Los trabajos consistirán en la instalación de un falso techo absorbente hecho con placas de viruta de madera, sobre el que se colocará una manta acústica como refuerzo. La actuación implicará la necesidad de adaptar los actuales conductos de climatización, las rejillas de ventilación y la iluminación. En la sala polivalente 1 se añadirá, además, un tabique acústico de doble placa de yeso, doble panel de lana de roca y cámara de aire para separarla de resto.

El alcalde de Siero, Ángel García González, considera que la actuación "favorecerá la convivencia de las diferentes actividades que tienen lugar en el equipamiento deportivo y supone atender una de las principales demandas de esta nueva infraestructura". La financiación de esta obra se aprobó en una modificación de crédito.

Los problemas acústicos fueron la principal protesta de los usuarios del nuevo polideportivo de la Pola, pero no fueron la única. Cuando se estrenó la cancha principal, algunos usuarios protestaron porque consideraban que la pista resbalaba demasiado. Incluso un club de fútbol visitante llegó a abandonar un partido al considerar que la cancha no estaba en condiciones para jugar.

Con el tiempo, no obstante, se demostró que no había tales problemas y que, si bien en un principio debido al asentamiento del polvo de las obras recientes y otras circunstancias, la cancha resbalaba un poco más de lo que se esperaba, con el tiempo el problema desapareció sin necesidad de tomar ninguna otra medida. Hoy los equipos de todas las disciplinas deportivas juegan con normalidad en el polideportivo y no se ha vuelto a oír ninguna queja sobre el estado del piso.