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El estilo Carreño luce sus colores

El historiador Julio César Zapico explica en una ruta por varias parroquias las peculiaridades decorativas de los hórreos y las paneras del concejo

El estilo Carreño luce sus colores

Los hórreos y las paneras de Piniella, en la parroquia de Ambás, guardan maíz, cebollas y también historias antiguas de nobles e hidalgos del siglo XVIII y de labradores con poder adquisitivo del XIX, que eran entonces los propietarios de esas edificaciones que generalmente están próximas a una vivienda.

En ambas épocas, los graneros tradicionales asturianos de la zona contaban con una amplia y variada policromía, que caracteriza el estilo Carreño, un tipo de arte decorativo que no solo se circunscribe al concejo que le da nombre. El historiador Julio César Zapico comenzó en Piniella una ruta por los hórreos para intentar explicar las peculiaridades de las edificaciones más típicas del paisaje rural asturiano. "Los colores vivos marcan el hecho diferencial del estilo Carreño con el resto de hórreos y paneras de Asturias", destacó el especialista, acompañado por una veintena de personas que durante las últimas semanas participaron en las jornadas de patrimonio desarrolladas en el centro polivalente de La Baragaña de Candás.

La ruta comenzó casi una hora después de lo previsto, hacia las 17.20 horas. Un minibus partió del Teatro Prendes con destino a la parroquia de Ambás. Allí, Julio César Zapico se detuvo ante dos paneras que, después de siglos en pie, mantienen vivos los colores originales. Tonos verdes, azules y amarillos se entremezclan con los blancos en las puertas principales. En la segunda de las paneras de Piniella reza una inscripción en la entrada: "Viva mi dueño", y, a pocos metros, hay una referencia religiosa: "Ave María purísima sin pecado concevida (sic)". Al otro lado de la puerta principal, se puede admirar otra inscripción, que en este caso recuerda la construcción del granero: "Se renovó esta ovra el año 1871 (sic)". Son ejemplos de las inscripciones que se pueden apreciar en las paneras visitadas.

"Los hórreos y paneras de estilo Carreño son más barrocos, y se observa en los pétalos, en la decoración cuando se utilizan tetrasqueles, flor galana...", explica el historiador carreñense.

Tras los análisis de las estructuras, ornamentos y detalles de las paneras de Piniella, la comitiva se subió de nuevo al autobús para visitar otra joya de estilo Carreño, otra edificación tradicional en Guimarán, más concretamente en Casa Bernabel, donde aún se mantiene una panera, propiedad de Pepe García.

Posteriormente, la ruta continuó por las parroquias rurales de Logrezana y Perlora. En la primera, Zapico explicó los detalles de una panera de Casa l'Arena y en Perlora, más concretamente, en la localidad de Coyanca, el historiador se detuvo ante otras dos edificaciones, en Casa Ferrero y en el núcleo de Llacín.

La de ayer fue una excursión etnográfica y cultural en la que abundó la policromía.

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