"El recuerdo es la mejor vacuna contra el olvido", defendió Adrián Barbón, secretario general de la Federación Socialista Asturiana (FSA), durante el homenaje a los 18 fusilados, tirados a las fosas de San Miguel de la Barreda (Siero), de cuyo macabro asesinato se cumplieron ayer 80 años. Barbón destacó la necesidad de que Asturias disponga de una ley propia de memoria histórica "para no olvidar", cuestión que también defendió el consejero de la Presidencia, Guillermo Martínez. Añadió que se tomó en consideración una proposición no de ley de IU, para su posterior debate en la Junta y que fue apoyada por el PSOE, con la intención de aprobar una ley regional de memoria histórica.

Barbón argumentó que hay "dos amenazadas contra el olvido". Una, tratar de "camuflar que el golpe de estado de 1936 fue contra un régimen legítimo y democrático", como el de la II República. La otra amenaza es decir que "lo mejor es pasar página". Defiende que no ha de hacerse por justicia con los represaliados así como por la dignidad de las familias y el conjunto de la sociedad. "El recuerdo no es rencor. Es dignidad, defender la libertad y la democracia", concluyó.

Por su parte, Tere Álvarez, coordinadora de IU Siero, lamentó que siga habiendo instituciones que "se nieguen a cumplir la ley retirando nombres de calles y plazas". Familiares de los asesinados en San Miguel de la Barreda, como José Ramón Estévez, también piden que se "cumpla la legislación" y el reconocimiento de todas las fosas "convirtiéndolas en memoria colectiva y haciendo justicia a los familiares".