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"El lobo ya no nos deja estar tranquilos ni por el día", claman los ganaderos de Candamo

"Si tengo un animal que cuesta 150 euros, ¿por qué me tengo que conformar con los 60 que me dan de compensación?", se quejan vecinos de la zona

"Ya no estamos libres de que nos ataque el lobo ni durante el día. No sé qué vamos a hacer". Antolín Álvarez, vecino de Faces (Candamo), estaba ayer preocupado y abatido a partes iguales. ¿El motivo? Una de sus ovejas murió el lunes, cree, a causa de un ataque de los cánidos que tuvo lugar, según sus cálculos, "a media tarde".

Ahora Álvarez pide medidas al Principado para tratar de frenar lo que considera una "sangría" al ganado del concejo, además de compensaciones para los afectados. Como a diario, el candamín acudió en la mañana del lunes a la cuadra en la que guarda sus ovejas para soltarlas durante el día. Estaban todas, sanas y salvas, y las sacó para que pudiesen pastar libres por la finca. A las cinco de la tarde, como también viene haciendo habitualmente, volvió al terreno para refugiar de nuevo a los animales cuando, para su sorpresa, encontró a una oveja muerta y con signos de violencia.

"El cuerpo estaba aún caliente, así que tuvo que haber sido atacada poco antes", relata Álvarez sobre el estado en el que se encontró al animal, medio devorado. Por el estado en el que se encontraba la oveja, y coincidiendo con el testimonio de varios vecinos del concejo, que aseguran haber sufrido el mismo problema en las últimas semanas, Álvarez cree que lo más probable es que este ataque haya sido obra de los lobos.

"Llevábamos varios meses tranquilos, sin sufrir ataques de los lobos desde finales de verano; pero desde hace unas semanas parece vuelven a atacar. No podemos estar tranquilos".

Manuel Ángel Reguero también ha sufrido los estragos del lobo tanto en Candamo como en el vecino concejo de Illas. Ahora, tras haber sido víctima de los ataques y no encontrar amparo en la administración, pide "más flexibilidad" en la normativa para permitir que los cazadores abatan a estos cánidos que, por sus hábitos, teme "puedan haber sido criados en cautiverio y soltado en el monte".

Además "de la pérdida de tiempo que supone tener que estar más encima del ganado y tramitar denuncias por los ataques", Reguero afirma que la presencia del lobo en los montes asturianos también supone "una pérdida económica" para el sector: "Si yo tengo un animal que cuesta 150 euros, ¿por qué me tengo que conformar con los 60 o 70 euros que me compensa la administración como contraprestación? Es injusto".

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