"Cada dos por tres hay un golpe y vamos a tener que esperar a que haya muertes para que den una solución", afirma José Luis Fernández Bahamonde. El propietario de la gasolinera de la entrada de Pravia dice que está cansado de ver accidentes en el cruce de la salida y acceso a la villa. El último se produjo la semana pasada, cuando chocaron un camión y un turismo con un resultado de daños materiales. Una situación habitual y por la que piden la instalación de una rotonda que "agilice el tráfico y lo haga más seguro".
En el cruce coinciden los vehículos que salen de la villa praviana y aquellos que entran desde Cornellana (Salas) y Soto del Barco, que también pueden llegar desde Grado y Candamo, incorporándose en la glorieta de Peñaullán. Para salir hay un stop y la incorporación hacia Soto del Barco obliga a hacer, después, un ceda el paso para incorporarse al carril. Además, los coches que llegan desde Salas deben hacer otro stop para permitir la salida de los que abandonan Pravia. "Hay siempre hay problemas porque no saben quién tiene la preferencia", detalla Fernández, quien observa estas maniobras desde su gasolinera.
"Son cuatro perras y ya tienen expropiado el terreno, pero todavía no han hecho la rotonda, que estaba proyectada antes que la de Peñaullán; con eso se quitarían todos los problemas", opina. Además, indica que también son constantes las dificultades en el stop de su gasolinera, que impide ver los vehículos que bajan desde Pravia por la barandilla del puente sobre las vías del ferrocarril. Un problema que estima que también se arreglaría con la rotonda, ya que los coches darían la vuelta para tomar dirección a la villa sin tener que cruzar toda la vía.
