Recuperar la estructura y el techo del lavadero de Santi era un objetivo que los vecinos de la parroquia villaviciosina de Puelles se marcaron hace casi cinco años. Su sueño de mejorar este antiguo elemento central del pueblo de Valdediós se hizo ayer realidad gracias a la colaboración del Ayuntamiento, que cedió los materiales (madera y teja) necesarios para volver a ponerlo en pie y recuperar la traída de un cercano manantial.
De la centenaria construcción se conservaba apenas un murete lateral comido por la maleza. La maña de media docena de lugareños, que aportaron desinteresadamente la mano de obra, ha permitido rehabilitar por completo el lavadero, que comenzó a deteriorarse a mediados de los años setenta del pasado siglo por su desuso: el agua corriente empezaba entonces a llegar a las casas y las mujeres dejaron de hacer la colada allí.
Al frente de la iniciativa de reconstrucción se encuentran residentes como Agustín Roces, carpintero jubilado de Vallinaoscura. "Da gusto verlo techado y en buen estado otra vez porque son muchos los recuerdos aquí vividos: cuando iba a la escuela este era el punto de encuentro al que venía mi madre a darme la comida si llovía. En sus dos lavaderos se juntaban hasta 14 mujeres", explicó.
En la misma línea se expresó Jesús Sanz, que ayer aprovechó el puente festivo para dar los últimos retoques a la construcción junto a su hijo Manuel. "Me acuerdo de ver a las mujeres aquí retorciendo la ropa. Yo ayudaba a mi madre a traer el textil y la vuelta a casa era dura porque al estar mojado pesaba mucho. Mejor agua que la del manantial de Valdediós no la hay", aseguró este vecino de la Viña.
La intención de los impulsores de la rehabilitación es la de instalar junto al lavadero de Santi una mesa para que puedan sentarse a descansar los visitantes y peregrinos que pasan en ruta hacia el albergue de Vega de Sariego. "En primavera queremos hacer una costillada para inaugurarlo de manera oficial", adelantaron.
