Una paseo por el Grado de principios del siglo XX. Es lo que ofrece la exposición "Grau/Grado en 1915: noticias del periódico 'Mosconia'" en el marco de la décima edición de las Jornadas de Estudios Locales de Grado que organiza el Museo Etnográfico y el Círculo de Estudios Pramarenses. "Se trata de información de la época, parecida pero distinta a la actual, y es una oportunidad para conocer cómo era el concejo en aquella época", comenta el cronista oficial de Grado, Gustavo Adolfo Fernández.

Entre las peculiaridades que muestran los ejemplares del semanario, Fernández destaca un diálogo, aparecido en el número 2, que recrea una escena en la que se imita la forma de hablar de dos mujeres mosconas, "con expresiones en asturiano, cierta reivindicación feminista y donde se dice literalmente 'Grau'". Y es que la toponimia asturiana no gusta a muchos vecinos del concejo, quienes optan por la terminación en o, Grao, al escribirlo.

También es curiosa la falta de fotografías o ilustraciones. Ni una. La publicidad, también escasa, siempre aparecía en la cuarta página del semanario, con media página en blanco. "Los anuncios, desde el número inicial, fueron el café-teatro Malecón y de la sidra-champagne 'La Reina de Asturias', de Grado", explica el cronista. También sobresale una "irónica" mención en el número 11 a la poca publicidad y apoyo del comercio e industria local al periódico: "Al primer industrial o comerciante que tenga el heroísmo de anunciarse en nuestro periódico le regalaremos un jamón y una soga". "Decían que la soga era para colgar el jamón, pero tenía mucha guasa", precisa Fernández.

La página número 3 siempre se titulaba "De la villa y el concejo", e incluía muy breves reseñas de las sesiones municipales, sucesos, festejos, bodas, necrológicas, denuncias, subastas, convocatorias o el precio de los productos del mercado. Un copín de escanda, tres pesetas y media; el kilo de manteca, a casi dos pesetas, y la docena de huevos, una peseta y veinte céntimos.

También hay información sobre concejos limítrofes como Candamo, Belmonte de Miranda o Pravia. El semanario, considerado satírico aunque no lo es, precisa Fernández, se publicó por primera vez el 19 de junio de 1915 y, que se sepa, se imprimieron once números en la imprenta "Gutenberg" de la calle Covadonga de Oviedo.

El precio de cada ejemplar era de 10 céntimos, mientras que la suscripción trimestral era, para Grado, de una peseta. "Al menos desde su número 7 se anuncian los puntos de venta en la villa moscona, que eran el comercio de Nieves Valle, la barbería de Pepe "El de la Eusebia" y el estanquillo de Mauro Menéndez", resume Fernández.

Una muestra, con los originales y copias, que estará ubicada en el patio de la Casa de Cultura hasta el próximo 11 de enero y que ha sido posible tras la adquisición, por parte de la concejalía de Cultura, de los cinco ejemplares con los que contaba el nieto del administrador del último número, Antonio Gómez Valle.