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Luis Benito García: "Siero es a la vez gran elaborador y gran consumidor de sidra"

El investigador publica la historia sidrera local apoyado por los llagares, tras litigar con el Ayuntamiento, que le hizo el encargo y luego no le pagó

Luis Benito García, en la Pola con su libro. M.MENÉNDEZ

El que la sigue, la consigue. Es un dicho que le viene perfectamente al historiador e investigador Luis Benito García Álvarez. Acaba de publicar, con el apoyo de llagares del municipio, el libro "Historia y cultura de la sidra en el concejo de Siero".

La obra, resultado de varios años de trabajo, estuvo a punto de no ver la luz, a pesar de haber sido acordada con la concejala de Cultura del anterior mandato de Foro, María José Sánchez. El historiador recibió el encargo en septiembre de 2014 y cumplió su compromiso. Presentó el proyecto y la factura, que, para su sorpresa, le fue devuelta. Se produjo un cambio de gobierno tras las elecciones de ese año y al no haber un contrato por escrito, la situación se complicó para Luis Benito, que reclamó el pago de su trabajo en los tribunales, donde tampoco tuvo éxito.

Luis Benito García tenía claro que este estudio debía ver la luz por su interés, y así lo creyó también el sector sidrero sierense. Como aspectos esenciales, el autor apunta, por ejemplo, que "Siero conjuga ser uno de los grandes concejos elaboradores de sidra con uno de los grandes consumidores". No hay que olvidar que es el tercer municipio de la región en número de llagares. Además, "es un núcleo de atracción de otras zonas de la región, aprovechando su lugar estratégico y su mercado, muy antiguo". Ambas cuestiones permiten que "el sector de la hostelería en Siero sea muy importante en el entramado lúdico regional".

García desconoce si ahora el Consistorio sierense tendrá interés en esta publicación que, a su juicio, "aporta sin duda muchos datos de la tradición e historia sidrera de Siero y del concejo en general porque aborda distintos sectores económicos y sociales".

Luis Benito García se detiene en analizar, por ejemplo, el proceso de institucionalización de la espicha, que fue "la adecuación de esta tradición a la nueva sociedad de consumo y no puede entenderse sin el sector hostelero de Siero". El historiador agrega que la sidra tuvo que buscar refugio dentro de un proceso de institucionalización (como la celebración de los festivales de Villaviciosa y Nava) y mantuvo la vertiente mercantil con éxito, pues las espichas para la celebración de bodas u otros eventos fue una vía para reflotar el sector sidrero.

Entramado festivo

El investigador también dedica un capítulo al entramado festivo de Siero, así como a los mercados y ferias ganaderas, que "fueron claves para la sidra y el sector hostelero". No hay que perder de vista que en festejos tan populares como los Güevos Pintos o el Carmín de la Pola triunfa el consumo de la bebida regional por excelencia. Además, las ferias ganaderas y el mercado, de referencia nacional, "se convierten en un vector de socialización muy importante".

Luis Benito García también dedica un apartado especial en su libro "Historia y cultura de la sidra en el concejo de Siero" a la antigua Estación Pomológica de Tiñana, creada en 1911 para el estudio del cultivo de la manzana. El autor aborda otras cuestiones como la actividad champanizadora en el municipio, la fiscalidad de la sidra, la dimensión productiva y los lagares actuales, entre otros asuntos.

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