Candás jamás ha dado la espalda a la mar, es más, la ama porque ha sido fuente de riqueza, no solo económica sino también porque ha marcado la identidad de un pueblo desde tiempos inmemoriales. La mar, tan querida por los candasinos, se ha llevado por delante la vida de centenares de pescadores, que ayer fueron recordados durante la misa anual por los fallecidos, que llenó el templo de San Félix. La homilía suele desarrollarse cada 14 de enero, sin embargo, este año al caer esa fecha en domingo la parroquia, de acuerdo con la cofradía de pescadores "Virgen del Rosario" de Candás la ha adelantado un día.

La historia de esta celebración data del siglo XIX y su origen está estrechamente vinculado con dos trágicos sucesos de marineros candasinos, acaecidos en el mes de enero. El primero se registró el 26 de enero de 1840 y se llevó por delante la vida de 96 pescadores, y el segundo el 17 de enero de 1877, en el que perecieron otros treinta marineros. La sociedad de mareantes de Candás, como antiguamente se denominó a la cofradía de pescadores, se constituyó en 1881 y desde entonces ese colectivo quiso acordarse de los suyos, de los fallecieron mientras trabajaban en la mar, bien sea en embarcaciones de bajura como de altura.

Historias aparte, la misa de ayer comenzó a congregar a fieles candasinos poco antes de las 19.00 horas. La misa comenzó puntual, a las 19.30. La coral "Aires de Candás" fue la encargada de abrir la misa con la interpretación de "Signore delle cime", bajo la batuta de Marco Antonio García de Paz, que a su vez es el director del coro "El León de Oro". Mientras avanzaba la homilía, los cantores interpretaron "Kyrie" de Hussler, "Laudate nomen Domini" de Tye y "Sanctus", entre otras piezas, para finalizar con una canción marinera "Extiende la red", obra de Alfonso Ruiz.

De esta manera, los feligreses de Candás mantienen intacta la esencia marinera que les identifica y les motiva para seguir mirando al mar de cara, como toda la vida. Y de paso, recordar a aquellos malogrados pescadores que fallecieron.