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Villaviciosa da el golpe con la madera

Los hermanos Argüelles, toneleros maliayeses, reivindican un oficio en extinción "en un mercado en auge"

Un establecimiento del País Vasco decorado por los hermanos Argüelles. Reproducción de C. CORTE

La demanda de toneles de madera está en auge. Lo dicen los hermanos José y Carlos Argüelles, únicos artesanos que en España siguen fabricando recipientes de castaño, roble o cerezo con capacidad para más de 5.000 litros. Estos vecinos de Breceña (Villaviciosa) achacan el aumento de la demanda a una expansión del sector vinícola a nivel mundial, pues últimamente reciben encargos hasta de bodegas de Australia. Sólo en 2017 diseñaron a medida unos cuarenta y se ocuparon del mantenimiento de muchos más.

Para ellos, los toneles de fibra y acero que se han impuesto en mercados como el de la sidra "son muy necesarios", pero argumentan que quien busca calidad "por narices tiene que recurrir a la madera". El motivo: aporta taninos, oxigenación y sabores que en el resto de receptáculos sólo se consiguen con químicos, dicen.

En sus barriles descansan vinos de Rioja o Ribera del Duero, pero también vodka ruso, whisky escocés o sidra estadounidense. El último encargo: uno con forma de ataúd para guardar cerveza mejicana que sólo se abrirá en el Día de Difuntos. No hay nada que se les resista a los hermanos maliayeses, cuarta generación de una familia que abrió el taller en Breceña hace más de cien años. Los trabajos de tonelería los complementan con carpintería de obra, siendo un referente para la hostelería de toda la península por la creación de grandes espacios de madera.

Pese al creciente interés por sus proyectos, los Argüelles advierten de que la suya es una profesión en peligro de extinción, por dos motivos principales: falta de materia prima y de mano de obra cualificada. En cuanto al primero, aseguran que podría solventarse con una política forestal adecuada. "Tenemos el mejor suelo de Europa de madera autóctona, podríamos vivir del roble y el castaño y poner fin a los incendios, pero en los bosques asturianos se apuesta por especies como el eucalipto, superando las previsiones de plantaciones marcadas para el año 2030", esgrimen.

En cuanto al capital humano, reclaman la puesta en marcha de una escuela de oficios que enseñe a trabajar "a mano, no enfocada a grandes producciones", o exenciones fiscales para la contratación de aprendices en los talleres. "No hay ningún manual que recoja los saberes fruto de la experiencia de tantos años. Para que un chaval tenga una noción mínima sobre el mundo de los toneles se requieren tres o cuatro años y es inasumible porque entre el sueldo, pagar la Seguridad Social, etc, te van a tres mil euros al mes", ejemplifican.

No a instalarse fuera

A estos problemas suman el de la competencia desleal. "En Portugal te venden un tonel de 250 litros de capacidad por 160 euros, pero en realidad por dentro lleva parafina, con lo cual el líquido está en contacto con plástico, no con la madera. A nosotros sólo el material para hacer ese mismo depósito nos costaría unos 400 euros", cuentan los bodegueros, que reclaman más promoción para su labor. Los Argüelles reciben a diario ofertas para instalarse en La Rioja o en el País Vasco. "Mientras que aquí esperas por una eternidad para recibir un permiso que te permita ampliar la nave, allí todo son facilidades y se valora mucho nuestro trabajo" argumentan los hermanos, cuyo apego por la "tierrina" les impide marcharse.

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