La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Alicia García: "El comercio creció porque Grado era un nudo de comunicaciones"

La arqueóloga habla de la puebla medieval, con un recinto amurallado pequeño

Alicia García. SARA ARIAS

Extramuros. A finales del siglo XIII, en la recién creada puebla medieval de Grado, se hacía vida en lo que es a día de hoy la calle Manuel Pedregal y la plaza General Ponte. Sus primeros habitantes construían viviendas e impulsaban los primeros negocios en los alrededores de la reducida zona amurallada, actual palacio de Miranda-Valdecarzana, y así comenzaba la pujante actividad comercial y mercadera de la villa moscona. Unos datos históricos que surgen de los elementos que configuran su morfología básica como AYER (por el viernes) desveló Alicia García Fernández, arqueóloga afincada en el concejo moscón.

"Grado tiene un poco de diferencia respecto a otras villas de la época, tiene una estructura doble con un recinto amurallado muy pequeño, con iglesia seguramente, y otra parte, fuera del recinto dónde se desarrollaba la vida", explicó la arqueóloga durante la conferencia "La puebla de Grado" que ofreció en el marco de la décima edición de las jornadas de estudios locales, que organiza el Círculo de Estudios Pramarenses y el Museo Etnográfico.

Una vida donde crecían las familias en lotes de terreno sin mucha ordenación, donde los preferidos eran los tenían la fachada principal hacia la calle.

Atrás, huertos, frutales y corrales con gallinas, cerdos y alguna oveja. "No había una separación entre lo urbano y lo rural", detalló. Y en la calle, el mercado y negocios de todo tipo de necesidades, desde el panadero y el curtidor a tejedoras y herrerías. "Crece el comercio, sobre todo porque la villa es un nudo de comunicaciones donde se daban intercambios, se descansaba en posadas y había zonas para herrar los caballos o las mulas", comentó.

El Camino Primitivo a Santiago de Compostela y el Camín Real de la Mesa configuraron el devenir de Grado como encrucijada. Eso y los dos mercados semanales que otorgó la carta de puebla de 1256 y que atraían gente de otros pueblos a comerciar. La villa crece y comienza la construcción.

Sin embargo, no se sabe muy bien cómo eran las edificaciones puesto que no se ha realizado una excavación arqueológica de ningún solar medieval salvo la muralla. "Serían como en otras villas, muy estrechos y largos hacia el fondo, eran de madera hasta el incendio de 1421, cuando se sustituyó por piedra y teja a dos aguas", precisó.

Al poco tiempo se notó la mejoría de las finanzas y comienzan a surgir casas como la conocida como "Los Arcos", con soportales y donde cada arco simboliza si era un solar, dos o tres en los que se había asentado, dijo García. Símbolo de poder también era la zona amurallada, donde faltan dos elementos, foso y puertas.

Al menos a la vista ya que, según señaló, "una de las puertas daba a lo que es hoy el parque infantil y otra al extremo que da a la General Ponte y, referente al foso, tiene una cimentación muy profunda en el sector de la puerta que sería para sostener la estructura de la puerta con un sistema levadizo, eso quiere decir que estaba bien fortificada".

Compartir el artículo

stats