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BEGOÑA FERNÁNDEZ VACIERO | Experta en empresa familiar, dio ayer una charla en Noreña

"Con las empresas familiares el compromiso es mayor y a más largo plazo"

"Para la sucesión hay que planificar, no dar por supuesto que, porque tienes hijos, ya está garantizada"

Begoña Fernández Vaciero. MANUEL NOVAL MORO

Begoña Fernández Vaciero, socia de la empresa Vaciero y experta en procesos de sucesión en la empresa familiar, protagonizó ayer una jornada sobre el futuro de la empresa familiar en las instalaciones de Asincar, en Noreña.

- La empresa familiar tendrá sus pros y sus contras. ¿Cuáles son las ventajas?

-Sobre todo, que el compromiso de las personas de la familia con la empresa es mucho mayor, y su visión es mucho más a largo plazo. Por lo que uno lucha más es por lo suyo, es normal que se comprometan más y que tengan una vocación de permanencia. Pero lo curioso es que el compromiso suele trasladarse a la plantilla, se contagia, y en muchas de estas empresas trabajan padres e hijos. Se trazan vínculos muy fuertes

- ¿Pueden ser esos vínculos una desventaja?

-Sí, porque no todo el mundo está preparado, y pueden caer en lo de "como es mi hijo, se queda al frente", y si esa persona no tiene capacidad de liderazgo, la empresa peligra. Si no es una empresa familiar, se puede contratar a un ejecutivo que mantenga más la objetividad. Pero puede darse que el pariente que herede la empresa se quede al frente de la gestión y no sepa liderar o emprender, saber qué es lo mejor para la empresa.

- ¿Y qué ha de hacer el empresario para saber si deja la firma en buenas manos?

-Hay que reflexionar con tiempo, preparar una hoja de ruta y un plan de sucesión. Y no dar por supuesto que, porque tienes hijos, ya está la sucesión garantizada.

- Porque si no lo está, la empresa peligra, ¿no?

-Claro. Para llevar una empresa se necesita capacidad para gestionar y dirigir, recursos técnicos y de dirección y otros más humanos como la empatía, la capacidad de liderazgo y el espíritu emprendedor. Y está la motivación.

- ¿En qué sentido?

-Podemos imaginarnos a alguien que tenga todas las cualidades para llevar la empresa pero no tenga ningún interés porque lo que le gusta es otra cosa.

- Usted habla de cómo mantener la empresa, pero también de, llegado el caso, venderla.

-Sí. El empresario tiene que hacer un análisis de lo que es bueno para su familia, desde el punto de vista de la viabilidad, si cuento con un equipo profesional o si quien me sucede va a tener que hacerlo todo porque así es como trabajo yo. Si no se dan las condiciones idóneas para la sucesión o también si el mercado hace difícil la continuidad, puede ser mejor vender. No hay una receta. Depende mucho de cómo sea la empresa, de cómo sea la familia y de las circunstancias del mercado. Eso sí, cuanto mayor sea la empresa, más fácil es planificar una sucesión, porque hay hecho un organigrama más grande.

- ¿Es hoy más difícil llevar una empresa familiar que hace 20 años?

-No. El tejido español está formado en su mayoría por pymes y micropymes, aunque es verdad que para las empresas pequeñas el tamaño les da un problema de competitividad. En otros países las pymes son algo más grandes.

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