"El feminismo no es lo contrario del machismo", destacó la doctora y catedrática en Filosofía Amalia González Suárez en la charla que ayer dio a los alumnos de segundo de Bachiller del Instituto Río Nora, de Pola de Siero. Aludiendo a Celia Amorós, les explicó que el feminismo "trata de revertir el modelo patriarcal a favor de la igualdad".

Tras 300 años de lucha se inicia un nuevo periodo, que sucede a los tres anteriores, con la huelga feminista del ocho de marzo, que llenó las calles de España clamando por la igualdad entre hombres y mujeres. "Los analistas se plantean si estaremos inaugurando la cuarta ola del feminismo", indicó. Pero alertó que para ser feminista no es suficiente con vestir una camiseta con algún eslogan o colocarse un símbolo en la cabeza, "aunque está muy bien". Y avisó: "El patriarcado ahora se viste de negocio desplegando todo un abanico de 'merchandising'".

Amalia González mostró a los jóvenes polesos los distintos tipos de patriarcado para que los reconozcan bien, pues no sólo es el que viven las mujeres en países árabes. También está el que denomina del "consentimiento", y para entenderlo recomienda "echar un vistazo al catálogo de juguetes de Navidad". Las diferencias sexistas son evidentes, al igual que en otros ámbitos de la vida. Por ejemplo, "el varón sigue siendo quien va lejos a trabajar y su pareja es la que se adapta" para seguirle, relegando su profesión.

La catedrática alerta que "ahora lo que se argumenta para la desigualdad es la libertad", como se palpa en aquellas profesiones en las que sigue habiendo un gran sesgo de género. Otra muestra que puso fue el vestuario de las chicas que dan las campanadas, como Cristina Pedroche. La justificación es que ella quería llevar tal indumentaria, "pero ¿la hubieran contratado igual?", se planteó. Para González, "el instituto es uno de los lugares públicos donde más igualdad hay", como en la universidad y menos en los ciclos formativos. En la vida laboral, subrayó, la cosa cambia.