Campoastur tiene la mejor faba asturiana, según el jurado del XI Certamen moscón del producto, cuyos premios se entregaron ayer en la capilla de Los Dolores. El segundo puesto fue para Monserrat González, de Villaviciosa, y el tercero para Diego Dávila, de Siero. Son los tres mejores productores de la legumbre regional certificada. En ese sentido, la edil de Mercados de Grado, Elsa Suárez, abogó por conseguir que participen los 180 productores y las 24 empresas del sector. "Es importante para Asturias y el certamen es un referente en toda la región", aseguró la componente del gobierno local.

La faba asturiana y los bolos, en modalidad de batiente, fueron los protagonistas de la Primera Flor de Grado. Una jornada festiva para anunciar la llegada de la primavera y los buenos productos de la huerta que contó con miles de personas en la villa moscona, con los aparcamientos públicos hasta los topes y un recorrido lento en las calles del mercado por la cantidad de gente. El parque de Arriba fue el núcleo de la celebración, con el Mercado de la Faba Asturiana y productos afines y la inauguración de la bolera municipal.

Las ventas, sin embargo, no se correspondieron con la cantidad de gente presente. "Por ser La Flor se vende algo más, pero bastante normal; lo que sí vemos es que hay mucho desconocimiento sobre la Indicación Geográfica Protegida (IGP), nadie la conoce pero sí saben que es ecológico y no preguntan ni por el precio", comentó Fernando García, productor de Siero.

"Para un buen plato de fabas lo primero es tener buena faba de Asturias, y el fuego es muy importante: tiene que ser lento y repartido con una gotina de aceite que facilita la cocción", comentó Víctor Pérez, profesor de la Escuela de Hostelería de Aller, que ofreció una demostración en vivo de preparación de fabas, en salpicón, con chipirones o con xata roxa. Unas elaboraciones que hicieron las delicias de los presentes.

También los productores se animaron a ofrecer las fabas ya preparadas. "Dicen que hay que probarlas para saber si son buenas, porque por la pinta no lo saben. Pues se lo ofrecemos", explicaron Luis Alonso y José Aladro, productores de Faba de Asturias. La receta fue un éxito: "Está buenísima", aseguró Sara Peláez, quien las probó con su abuelo Andrés Pardo, de Candamo. Los productores también sacaron a la venta otras legumbres afines, como la verdina y la roxa. "Se vende más la faba de manteca, pero cada vez va saliendo y la gente lo aprecia más", señaló Santiago González, productor, quien recomienda hacerlas en vinagreta o estofadas con huevo duro.

Si las fabas fueron protagonistas, no menos lo fueron los bolos. La afición al batiente lleva cociéndose meses en Grado, con un grupo de jóvenes que han aprendido la modalidad en la bolera de Cándido de Hispanes. "Empecé y me gusta mucho, es un juego muy entretenido", comentó Juan Alonso, uno de los jugadores. El deporte del bolo fue muy típico en el concejo, pero lleva tiempo desaparecido; ahora, con la bolera, ya no hay excusas para su promoción.

El Alcalde de Grado, José Luis Trabanco; la edil de Deportes, Cándida González, y el presidente de la Federación Asturiana de Bolos, Amable Poladura, fueron los encargados de cortar la cinta de inauguración, mientras que el edil de Cultura, Plácido Rodríguez, la estrenó con unas tiradas: "Hay que formar un equipo y tirar adelante por el deporte autóctono, lo nuestro y nuestra cultura", afirmó Poladura.