La familia Vázquez Prendes sigue en su casa del paseo marítimo de Candás. De momento. El plazo para proceder al desalojo forzoso llegó sin novedades. La familia esperó a lo largo del día la presencia de los encargados del desalojo y una notificación de dónde les iban a alojar provisionalmente, pero ni policías ni mensajeros acudieron a la calle Astillero.

Mientras tanto, los ocupantes de la vivienda están pendientes de recoger o no sus enseres para el traslado. "Tengo comida en la nevera y en el congelador; hay que organizar la ropa que hay que llevar... Si supiera dónde voy a ir, me organizaba, pero nadie me ha dicho nada y estamos aquí todo el día sin saber qué vamos a hacer", explica Alicia Prendes.

En el desalojo de la vivienda se incluye que el Ayuntamiento proveerá de un alojamiento provisional a los inquilinos, pero no saben nada y afrontarán hoy una nueva jornada llena de incertidumbre.