Lugones es este fin de semana la capital de la madera, el torno, la talla y la marquetería. Se celebran hasta hoy las jornadas que organiza la Asociación "Les Forgaxes" en la bolera municipal, donde se exponen más de 800 piezas de gran calidad y con protagonismo, en esta edición, de los juguetes de madera. Uno de los más llamativos es la mesa que simula el popular juego recreativo del "Pinball", obra del carpintero Rodrigo Murias. Explica que con madera y unas pinzas fue ideando artilugios más básicos, inspirados en la máquina que tanto le divirtió siempre. Pero gracias a internet y a su empeño lo fue perfeccionando.

Los llamativos y coloridos soldados de Cayetano López también captan la atención de los visitantes, al igual que el calendario "Waldorf Montessori" de Julio Varela. Las peonzas no podían faltar en esta muestra dedicada a los juguetes de madera. Manuel Castro daba forma a una ellas con el torno, bajo la atenta mirada de parte del público. El yo-yo es otro de los juguetes incondicionales que se hacen hueco en esta exhibición, que este año bate récord no sólo en número de piezas, 800 -más de 30 se han presentado a concurso-, también de expositores: 63.

Antonio Vázquez, secretario de "Les Forgaxes", destacó la presencia en estos encuentros de "nuevas técnicas, acabados y maderas", lo que demuestra que el oficio de tornero se recupera, ya que uno de los objetivos de esta asociación es rescatarlo. "Estamos desbordados porque hay más afición, participación y cada vez más interés", apuntó orgulloso Vázquez. La mayor parte de los participantes son asturianos, el 70%, frente al 30% que procede de otras regiones. La talla es otro oficio en alza, destaca Tere Lorences, tallista.

Los asistentes se acercaron también a un amplio abanico de maderas. Toni Mínguez, gerente de una empresa valenciana, destaca que las que más suelen llamar la atención son la de ébano, procedente de Camerún, muy utilizada en la construcción de gaitas, oboes, diapasones de guitarra o teclas de los pianos, así como para tornear. Es muy valorada por su color negro y alta densidad, así como poca porosidad. Y la "snake wood" o "palo culebra", procedente de Surinam, apreciada para construir, por ejemplo, los arcos para los violines. Trabajan con más de 60 variedades de todo el mundo, algunas en peligro de extinción.