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Conductores y ciclistas, hartos de la grava en las carreteras de Siero

"Cada vez que voy a la Pola fastidio el cristal del coche con piedrazos", clama un afectado por el mal estado de la nacional y la Autovía Minera

Esteban López revisa la luna rajada del amigo de Guillermo Riestra, en un taller de la Pola. MARIOLA MENÉNDEZ

Conductores y ciclistas están hartos de sufrir las consecuencias de la gran cantidad de grava que hay en la calzada y en el arcén, por falta de mantenimiento y limpieza de las vías en Siero. Los conductores se quejan de que estas piedras impactan en el parabrisas de sus vehículos causando numerosas y continuas roturas. Los talleres lo corroboran. Mientras, los amantes de la bicicleta también se ven afectados por el miedo a pinchar y por su propia seguridad. Unos y otros claman por una mejor conservación de las carreteras. Fundamentalmente se quejan de la N-634 y de la Autovía Minera. Ambas transcurren por el concejo de Siero y son muchos los vecinos que lo padecen.

"Cada vez que voy a la Pola fastidio la luna del coche. El trayecto entre Arriondas y Siero es atroz, también en la autopista". Son palabras de Pablo Pérez, un usuario habitual de la carretera N-634, que está desesperado con esta situación porque "todos los días son dos piedrazos seguro". Pero "hables con quien hables está igual", lamenta. "Es una desidia muy grande, las carreteras están abandonadas", insiste. No recuerda en 30 años haya tenido que cambiar la luna a su coche o furgoneta, pero en los últimos cinco o seis meses se ha llevado la palma porque el impacto de las piedras se la ha roto ya cuatro veces, las dos últimas con una diferencia de 20 días. "La tuve que cambiar porque no hay reparación que valga. Están rajadas", explica.

Aunque es un incidente que suele cubrir el seguro, Pérez advierte de que "cada vez que das parte te va a subir luego la prima", por lo que avisa: "La gente que no crea que no cuestan dinero las piedritas...".

"Es una queja general", subraya este conductor. Lo confirman los talleres especializados en el arreglo y sustitución de lunas. Esteban López es técnico en uno de la Pola. "Los clientes se quedan de que las carreteras cada vez están más sucias y llenas de grava", apunta. "Incluso, algunos han tenido que venir dos veces en la misma semana", reconoce. Las vías más problemáticas en este sentido son la Autovía Minera y la N-634. "El problema es que no saben a quién reclamar", apostilla el técnico. La mayoría llegan pronunciando la misma frase: "Iba por la Minera, me saltó un piedrazo y ..."

Lo sabe bien Guillermo Riestra, que lo ha sufrido en alguna ocasión, aunque en ésta acudió al taller con el coche de un amigo, que ha sido el perjudicado, que habitualmente transita por la Autovía Minera porque viaja de la Pola a Gijón, donde trabaja. "Hay un gran déficit de mantenimiento en las carreteras por culpa de la crisis", razona. "Es habitual que te salte un piedrazo y escuchar el golpe. Están todos los coches por delante picados", agrega.

Los ciclistas también se quejan. Chechu Rubiera reconoce que no es tanto "que te salte una china" y les haga daño, "el riesgo es más para no pinchar y la pérdida de adherencia" que supone la presencia de grava en el arcén, por donde transitan. Añade que están sucios, con cristales y residuos de vehículos. "Para evitarlo tienes que invadir el carril, por lo que quedas más expuesto a un accidente", lamenta.

"Las infraestructuras dan pena". Son palabras del edil de Ciudadanos en Siero, Sergio García. Su grupo pide que la N-634 sea una vía segura para los ciclistas. "Hay cristales, grava, el asfalto está en mal estado, falta señaliza, iluminación...".

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