La iglesia de San Salvador de Perlora necesita 20.000 euros más para proseguir las obras de reparación a que está siendo sometida. La techumbre de la nave central del templo se derrumbó hace un año y desde entonces permanece cerrada. Hace dos meses, comenzaron las obras de reparación y ahora mismo el campanario, que presentaba también un pésimo estado, ya está "certificado, recepcionado y pagado", aseguró ayer Guillermo Aguilera, encargado de dar explicaciones a los vecinos sobre el estado de las obras, al no poder asistir el párroco por enfermedad.

En la reunión con los vecinos de Perlora también estuvo Juanjo Argüelles, residente en la parroquia y director de la obra, que desgranó los problemas encontrados, debidos a "los años, las humedades, la carcoma y los defectos de construcción". Tras el primer análisis, la obra se encontró con varios problemas que hubo que ir afrontando y que incrementaron el coste de la reparación.

Con los trabajos que se están realizando, Aguilera aseguró que "nuestros bisnietos tendrán iglesia sin tener que volver a poner un duro".

Entre los fondos propios de la parroquia, la aportación del Arzobispado y la de los vecinos, los trabajos se han sacado adelante, pero ahora "toca volver a rascarse el bolsillo", explicó Guillermo Aguilera. "Si queremos terminar la iglesia, tenemos que colaborar", afirmó ante unos vecinos que ahora buscarán el dinero.