La piel es un órgano muy importante del cuerpo, pero la mayoría de la gente no lo cuida como debería. Eso es, al menos, lo que consideran los especialistas. Jorge Santos-Juanes, dermatólogo que dirige a lo largo de este mes un curso de la materia para médicos de atención primaria en el Hotel Cristina en Noreña, afirmaba en una de las sesiones que, sobre todo, "hay que centrarse en la fotoprotección como medida para evitar cánceres futuros".
Es muy sencillo de hacer, pero la mayoría de la gente se lo salta. Los fotoprotectores hay que aplicarlos media hora antes de la exposición solar y reaplicarlos cada dos horas. Lo normal es que la gente se lo aplique cuando llega a la playa y se vaya varias horas después sin volver a ponerse crema. También hay que aplicárselo después de cada baño.
El dermatólogo aconseja cremas, preferiblemente a partir de cincuenta, y no hace distingos respecto de las marcas. "Cualquiera puede ser útil si lleva la CE de la Comunidad Europea, que es un estándar de calidad, no hay que gastarse mucho dinero sino buscar que esté homologado y tenga la garantía de la Unión Europea".
Además, el consejo es seguir aplicando la protección del cincuenta por muy moreno que uno esté. "Es un error pensar que estar moreno equivale a dejar de protegerse; de hecho, estar moreno es el primer signo de cáncer cutáneo, es sinónimo de que tu piel se está defendiendo de una agresión; ponerte moreno es la respuesta al daño que está sufriendo la piel", asegura. La conclusión de Santos-Juanes respecto de la salud de la piel es que, "cuanta menos exposición solar, mejor".
También aconseja que no se elijan las horas centrales del día para exponerse al sol porque son las más agresivas, y que la exposición al sol sea constante y progresiva. "Lo que no vale es aquí, en Asturias, el día que hace bueno, ocho horas de playa, estoy cuatro días sin ir, y otras ocho horas; lo ideal es exponerse poco tiempo en días consecutivos".
Otro hábito que la mayoría de la gente necesita y, aun así, no tiene bien cubierto, es el de la hidratación. "En atención primaria, la mayoría de los pruritos que se ven son por falta de hidratación cutánea en personas mayores", explica. Todos necesitamos hidratación, y a medida que cumplimos años, más.
En condicoines normales, para cumplir con la hidratación basta con aplicarse una crema hidratante después de la ducha. Y las personas mayores pueden aplicársela incluso dos veces al día. "El ochenta por ciento de la gente, si se hidratase después de la ducha, estaría perfectamente; el problema es que nadie se hidrata, es un hábito que muy poca gente tiene".
Por otra parte, el especialista se refirió al aumento de las dermatitis atópicas, especialmente entre los niños. La razón principal es que hay mucha menos exposición de los niños a los alérgenos y que tienen el sistema inmune más débil. Como explicaba el médico de primaria Manuel Argüelles, miembro de Semergen, "el sistema inmunológico aprende de los contactos que va teniendo, y cuanto menos expones al niño a determinados contactos, más fácil es en un futuro que produzca reacciones". No obstante, muchas de estas dermatitis se pueden combatir, simplemente, con buena hidratación, y también con otros hábitos, como no usar agua demasiado caliente en el baño.
Los facultativos alertaron, por otra parte, acerca del uso inadecuado de las cremas con corticoides. "Deberían tener un poco de cuidado y no automedicarse", sostuvo Argüelles. El uso continuo de cremas con corticoides, según explicó Santos-Juanes, tiene varios efectos secundarios, el primero de ellos que disminuya su efecto, y también atrofias cutáneas o aparición de estrías. En atención primaria, los médicos están comprobando que muchos pacientes se aplican por su cuenta corticoides y después acuden al médico con el problema. Muchas veces, a causa de este tratamiento inadecuado, se cronifican algunas dolencias y, más tarde, cuando se quieren aplicar las cremas, éstas no producen ningún efecto positivo.
El curso que se celebra en Noreña, y que se ha bautizado como "Lunes dermatológico", pues se imparte el primer día de la semana a lo largo de un mes, y tiene como objetivo la mejora continua y, sobre todo, propiciar que los facultativos de atención primaria tengan más recursos para diagnosticar y hacer frente a las patologías más comunes relacionadas con la piel.
A lo largo de todas estas jornadas se habrá desarrollado un temario muy amplio con las patologías más frecuentes en atención primaria que sirva como actualización para los médicos de primaria. Es un curso muy práctico, con vistas a agilizar el diagnóstico y el tratamiento, y a evitar derivaciones innecesarias al especialista. "La piel es algo que se puede diagnosticar desde el punto de vista clínico sin muchas pruebas si tienes conocimientos", sostiene Manuel Argüelles. Estos conocimientos unidos a la prevención pueden hacer mejorar la salud de la piel de todos.
