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"En Siero se destruye empleo pese a la caída de despidos colectivos", advierten los sindicatos

Reactivar el polígono de Bobes, "clave" para recuperar "músculo industrial" en - el concejo, según las centrales sindicales

Crece el número de Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) en Siero. El primer cuatrimestre del año se cerró con seis procedimientos, sólo dos menos que en todo el año pasado. Pese a que estos datos están muy alejados de los de 2012 o 2013 -los primeros cuatrimestres de ambos años dejaron 44 y 40 EREs, respectivamente-, los sindicatos aseguran que en Siero "se sigue destruyendo empleo, pero acudiendo a otras fórmulas legales, como el despido por amortización de puestos de trabajo".

Pese a que el número de EREs presentados durante los primeros cuatro meses de este año -seis- es solo ligeramente superior a los firmados un año antes -dos-, según datos de la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales (SADEI), la cifra no deja de ser, más bien, un hecho anecdótico, si bien los sindicatos entienden que la cantidad de expedientes presentados en el municipio no es un buen termómetro para calcular la estabilidad laboral.

¿El motivo? "Que la normativa permite utilizar otras fórmulas legales, más cómodas para el empresario, como la amortización de puestos de trabajo", sostienen. Además, las centrales aseguran que el descenso en picado de los EREs -se redujeron en torno a un 80 por ciento de 2014 a 2016- no se traduce en una mayor estabilidad laboral: "En Siero se sigue destruyendo más empleo del que se genera".

En este sentido, las cifras de afiliaciones a la Seguridad Social no dejan dudas: en la última década, el municipio ha perdido unos 6.000 puestos de trabajo. Además, el número de parados, que aumentó en torno a un 30 por ciento en este mismo período, se ha cronificiado y su fluctuación ha sido mínima en los últimos tiempos.

Viendo estos números, el futuro parece desalentador. Y para Julio José Carretero, secretario general comarcal de UGT, todavía puede ser peor. "Nos falta músculo industrial y, sin él, se resentirá el sector servicios, que es el que mejor está sobreviviendo".

Aunque no hay una fórmula exacta para revertir la situación, las centrales miran a los polígonos como posible solución. Desenquistar de una vez por todas la situación de Bobes es "clave", a ojos de Juanjo Estrada, secretario general de la Federación de Industria de USO. "La pasividad de los gobiernos, que no apuestan por su desarrollo, puede hacer que muchas empresas abandonen el concejo", lamenta.

En una línea muy similar se posiciona Carretero, que incluso, va más allá al instar a la administración local a crear una agencia de desarrollo en el propio polígono "con la que promocionar las virtudes de la zona".

Dejar los terrenos a un coste razonable es otra de las medidas que destaca el ugetista.

El paradigma de Llanera

Mientras la última década ha sido sinónimo de pérdida de empleo en Siero, a pocos kilómetros, en Llanera, la dinámica ha sido totalmente opuesta. Con los polígonos de Silvota y Asipo, y los centros logísticos de Alimerka y Masymas como principales estandartes, el número de afiliaciones ha aumentado en Llanera un 24 por ciento en este período, situándose por encima de las 20.000. Estos números han valido para que al otro lado del río Noreña se hayan situado en cabeza y ahora sean el cuarto concejo de Asturias en afiliaciones, sólo por detrás de los tres grandes núcleos de la región: Oviedo, Gijón y Avilés.

Además, el número de parados disminuye paulatinamente desde 2011 -año en el que la crisis golpeó con más fuerza- y desde hace dos se encuentra por debajo de los 1.000 desempleados.

Para Estrada, la "fórmula de Llanera" es el claro ejemplo de cómo apostar por los polígonos puede ayudar a reactivar la economía. "Si no se producen cambios, las diferencias irán en aumento", augura.

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