La pista polideportiva de El Valle, en la parroquia de Guimarán, vibró durante la jornada de ayer al ritmo de las sevillanas con su gran fiesta andaluza. La fiesta comenzó poco después del mediodía con una misa rociera, que fue acompañada por el coro rociero "Aires del Rocío", de Gijón. Tras el acto religioso llegó la hora del baile, con sevillanas, rumbas y pasodobles. Los asistentes repusieron fuerzas en el chigre del Centro Integrado Rural Monte Areo, que ofreció un menú por 16 euros, para seguir con la fiesta durante la tarde. La jornada también contó con otra actividad vinculada al mundo rociero. Los caballos no viajaron a la aldea del Rocío ni cruzaron el Río Quema, pero sí sirvieron para realizar rutas por el Monte Areo y ver en directo la necrópolis megalítica, informa Pedro PASCUAL.